Me Alegro Conocerte

Irrumpir, escapar

Debería haber sabido que correr, o volar, no haría que sus problemas desaparecieran. Al menos, no desde que era niña. Su vida realmente dio un giro brusco cuando se fue a la universidad.

—¿Hiciste qué?—

Kara suspiró desde su lugar en el sofá de su hermana, abrazando una almohada contra su pecho. —Sé—

Alex negó con la cabeza y se paró frente a ella con los brazos cruzados y el ceño fruncido. —¡Kara, te llamé cientos de veces! ¡Te envié un mensaje de texto! ¡Pensé que había sucedido algo realmente malo y todo este tiempo estabas decidiendo comenzar una residencia médica!—

La rubia hizo una mueca ante el volumen de la voz de la pelirroja pero mantuvo los ojos pegados a la pantalla negra del televisor frente a ella. —Lo siento, no te devolví la llamada—

—¿Tú lo lamentas?— Alex se burló. —¡Será mejor que lo lamentes! ¡Dios, Kara, estaba lista para enviar a todo el DEO tras de ti! ¿Y qué demonios estabas haciendo ayudando a dar a luz a un bebé?—

—No estaba ayudando a dar a luz a un bebé— Kara puso los ojos en blanco, con una pizca de molestia unida a sus palabras. —Yo sólo ... me quedé allí mientras sucedía—

Avergonzada por sus propias palabras y la burla de Alex, Kara hizo todo lo posible por no pensar en el hecho de que su corazón parecía latir con más dolor que nunca. Era como si anhelara algo y la hacía sentir incómoda.

—Bien— ladró Alex. —¡Tu simplemente te quedaste allí mientras Lena Luthor dio a luz!—

Ante el veneno de las palabras de su hermana, Kara frunció el ceño y la miró. —Estaba sola y no es su hermano—.

—¡¿Cómo puedes saber eso, Kara ?!— Alex se abrazó con exasperación y comenzó a pasearse frente al sofá. —¡No sabes cómo es ella! ¡Podría ser como él, por lo que sabemos!—

Kara quería intervenir y defender el honor de Lena, pero Alex estaba un poco en lo cierto al despotricar. Ella no lo sabía. Por supuesto, Lena no intentó matarla en el acto, pero eso podría haber sido porque necesitaba ayuda y Supergirl era la única que estaba alrededor. Hasta hace doce horas ni siquiera sabía que Lex tenía una hermana. Kara no podía afirmar que Lena no se parecía en nada a él.

Aun así, algo dentro de ella estaba segura de que Lena era diferente. No sabía cómo lo sabía, pero lo sabía.

—¡Ni siquiera sabemos lo que está haciendo en la ciudad! Lo dijiste tú mismo, que su amiga dijo que no conoce a nadie aquí, así que ¿por qué está aquí?—Alex continuó, luciendo cada vez más en pánico mientras hablaba. —¿Por qué National City de todos los lugares?—

Kara puso los ojos en blanco. —¿Crees que una mujer embarazada se mudó aquí en un complot para atraparme?—

Alex la fulminó con la mirada. —Pareces olvidar de quién estamos hablando. Ella es la hija de la mujer que construyó una máquina para destruirte—

—Ella no es su madre— declaró Kara en un tono uniforme. —Y ella no es su hermano—

—¿Cómo puedes saber eso?—

—Solamente lo hago—

Se miraron el uno al otro durante mucho tiempo, ninguno de ellos dispuesto a retroceder, hasta que Alex suspiró y sus hombros se hundieron. —¿Por qué te quedaste ahí, Kara?—

Bueno, a Kara también le encantaría saber la respuesta a eso. ¿Por qué se quedó ella? ¿Por qué sintió una atracción hacia ellos en primer lugar? ¿Por qué sentía su corazón como si tuviera un agujero desde que salió del hospital?