Me Alegro Conocerte

Comunicación abierta

—¿Quieres algo de tomar?—

—Solo agua está bien—

Kara asintió con la cabeza, a pesar de que la otra mujer no podía verlo ya que su cabeza estaba metida profundamente en el refrigerador. Sacó una jarra de agua del interior, se dio la vuelta y ya alcanzó el gabinete superior y cerró la puerta de una patada antes de sacar las únicas dos tazas a juego que tenía. Todos los demás estaban rotos o se mezclaron con las tazas de Alex cuando su hermana se mudó y le permitió quedarse con el apartamento.

Les sirvió un poco de agua y luego regresó al pequeño sofá donde Lena estaba sentada entregándole una de las tazas. La morena lo tomó con una sonrisa agradecida y Kara se deslizó fácilmente hasta un lugar libre a su lado, lo suficientemente lejos para poder mirarla abiertamente pero también lo suficientemente cerca como para que su rodilla derecha estuviera tocando el muslo izquierdo de Lena. La mujer había cruzado las piernas pero Kara solo mantenía los pies unidos por el suelo, golpeando rítmicamente el suelo.

—No es un lugar elegante, como puede ver—señaló Kara, agitando su mano libre por la habitación. —Supongo que a tu madre le daría un ataque al corazón si se enterara de dónde estás ahora—comentó Kara con una sonrisa. Una vena probablemente estallaría en la cabeza de Lillian Luthor ...

—¿Tenemos que hablar sobre nuestra disputa familiar?—Lena preguntó con el ceño fruncido, todo su buen humor desapareció de repente, y Kara se sintió mal por haberlo causado.

Sin embargo, contempló, ya habían bailado sobre el tema durante demasiado tiempo. Quizás podría haber elegido un mejor momento para hablar de ello, pero tendrían que abordarlo en algún momento. —No lo sé. ¿Quieres?—

Lena permaneció en silencio después de eso, mirando sus manos, sus dedos moviéndose juntos, un ceño fruncido en su frente y su mandíbula apretada con fuerza. Finalmente, respiró hondo, cuadró los hombros y declaró: —Creo que debería disculparme por lo que mi hermano intentó hacerle a tu primo—

Kara, por otro lado, negó con la cabeza. —No tienes que disculparte por lo que hizo Lex. Fue su elección y sus actos—

—Todavía trató de matar a tu primo—respondió la morena con un bufido.

—Sí, bueno, tu madre...—se interrumpió la heroína antes de que pudiera decir lo que se le ocurría. Lena nunca hablaba bien de Lillian y siempre parecía triste cada vez que se mencionaba a la mujer, pero todavía no lo estaba segura que decirle la verdad era una buena idea. Si existía la posibilidad de que su relación con su madre pudiera arreglarse, no quería ser la razón por la que nunca llegaron a ese punto, no importa que lo hiciera. Nunca creas que Lillian fuera otra cosa que pura maldad. —No importa—

Sin embargo, Lena no lo estaba teniendo. —¿Mi madre qué? ¿Qué pasa, Kara? Dime—

Maldita sea, pensó Kara. Debería haber sabido que el Luthor más joven no lo dejaría pasar. A Lena le encantaba huir de las conversaciones que la incomodaban, pero odiaba aún más no saber las cosas. —Es solo ... Bueno, digamos que Lillian y yo no somos extraños el uno para el otro. Nos tropezamos un par de veces antes—

Entonces, el rostro de la mujer se derritió en una mueca triste que tiró dolorosamente del corazón de Kara. —...¿Qué hizo ella?—

—Lena...—

—Dime—exigió Lena, pero Kara todavía no estaba segura de que fuera una buena idea.

—No quieres saber esto—dijo mientras negaba con la cabeza.

—Kara, dime lo que te hizo mi madre—Lena ya no preguntaba, se dio cuenta. Sonaba totalmente seria, sus ojos casi fríos, aunque sus labios estaban firmemente apretados como si temiera que comenzaran a temblar si no lo hacía.