CAPÍTULO 4

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La alarma del teléfono empezó a sonar una vez más, ya era la cuarta vez que lo apagaba y la muy maldita no dejaba de sonar cada diez minutos, un completo infierno para alguien a quien no se le daba muy bien madrugar.

Empezó a sentir un leve balance, acompañado de una tímida y suave voz, alguien aparte de su alarma estaba intentando despertarle.

— Louis, Louis —habló con cierto miedo a despertarle—, Louis despierta...

Un segundo cuerpo apartó a ese alguien que intentaba despertar al somnoliento omega de ojos azules, así que gracias a eso, Louis intentó volver a dormirse. Cinco minutos más nunca le hacían daño a alguien, ¿no?

El balanceo de repente se hizo más fuerte, y por el agarre de las manos, podía decir que no eran las mismas que antes.

¿Cuántas personas habían en ese momento en la habitación?

— Levántate, niño. Si me haces volver a repetírtelo te voy a colgar las bolas de un árbol.

Automáticamente abrió los ojos, pero no por la amenaza, sino por la voz demandante de Zayn: Louis no quería ver a un Alpha enfadado, y mucho menos a Zayn Malik.

Dio un pequeño vistazo al sitio, allí plantados estaban Liam, Zayn y Niall, este tercero con una pequeña sonrisa en la comisura de sus labios.

— Suerte que te has levantado, porque después me tocaba intentarlo a mi —todos allí parecían llevar al menos dos horas despiertos—, y mi manera de despertar es un tanto agresiva.

Louis sentía que no podía apenas levantarse de la cama, no había estado tan cansado en su vida, y es que esa misma noche se había desvelado seis veces, algo que nunca le había pasado anteriormente, él era de dormir sus ocho o nueve horas del tirón, sin interrupciones, y mucho menos por haberse desvelado.

¿Qué era lo que había soñado de manera tan recurrente como para haberse levantado tantas veces?

— ¿Necesitas algo? —Louis miró a ese beta castaño que tan agradable se le hacía— No tienes muy buena cara.

Intentó sentarse, llevándose su mano derecha hacia la frente, parecía un poco agitado después de esa primera noche en la mansión, pero no podía preocupar así a los socios de su jefe, era la primera vez que le pasaba eso, y apenas era su segundo día de trabajo con ellos, ya tendría tiempo de ponerse enfermo cuando volviera a Monterrey.

— ¿Está listo ya o qué?

Las cuatro personas en la habitación giraron inmediatamente hacia la puerta, si había una voz más demandante y aterradora que la de Zayn, sin duda para Louis era la de Harry Styles.

— Creo que el niño está enfermo —contestó el otro Alpha, sin verse intimidado por su mejor amigo—, tiene cara de culo.

Lo que le faltaba por escuchar a Harry, el omega de su socio caía enfermo en su propia casa, sin duda era como un dominó de la mala suerte.

Anduvo a paso decidido hasta donde sus compañeros estaban, y se dio cuenta de que algo no andaba muy bien al ver su cara: ojeras marcadas, tono pálido, ojos cansados y energía débil.

Ese chico no podía trabajar en ese estado, no si quería seguir vivo.

Por su lado, Harry tampoco había dormido mucho esa noche, entre dar vueltas en la cama y al propio cojín, estuvo sintiendo toda la noche un gran ardor en su espalda, era como si alguien se la estuviera arañando de manera constante y desesperada.

Aparte, había estado soñando con el nuevo omega casi toda la noche.

¿Qué mierdas está mal conmigo? era lo único que el Alpha podía preguntarse cada vez que se acordaba de ello.

OCEAN [LARRY STYLINSON]Where stories live. Discover now