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Al día siguiente

Mario se levantó cansado, casi no había descansado así que automáticamente realizó su rutina diaria aunque con el detalle que ni si quiera se molestó en ponerse corbata o ponerse colonia, sentía que no valía la pena, ya ni si quiera trabajaba en Ecomoda, realmente solo iba por ver a Daniel y por poner la cara ya y aunque la mayoría no lo percibiera de ese modo, él seguía siendo cómplice de todo ese inconveniente.

Cuando llegó a la empresa segundos después Armando también llegó en la misma y hasta peor condición que el castaño, cosa que fue recalcada por Daniel apenas los vió entrar a la sala de juntas.

-¿Oh! miren ya llegaron y no podían aparecerse en un estado más deplorable ¿no?

Habló sarcástico Daniel mientras se acercaba a los abogados por unos papeles y aunque le costaría admitirlo no le gustaba ver a Mario así, por primera vez le generaba cargo de conciencia el sufrimiento de alguien, pero no es como que haría algo al respecto ya que aun se sentía algo decepcionado de él.

-Buenos días.

-Bueno ya que todos están aquí podemos empezar.

Después de esa afirmación casi todos los presentes estuvieron totalmente sumidos en esa reunión tan incomoda aunque Mario realmente no estaba prestando mucha atención, ciertamente escucho lo más importante, pero de resto solo pensaba en que podía decir o hacer para que Daniel lo perdonara.

Cuando la junta llegó a la conclusión que necesitaban a Betty para recuperar la empresa Armando se puso de pie para dirigirse a la oficina de presidencia viendo al castaño que seguía viendo a la nada sin expresión alguna aunque eso le pareció extraño lo ignoró y se adentro a la oficina para ver si podía comunicarse con Betty.
Mientras que Mario al ver el incomodo silencio se acercó un poco a Daniel mientras tomaba fuerzas para hablarle, ya que no estaba seguro como reaccionaría.

-D-doctor Valencia.

-Doctor Calderón, si no es un tema de la empresa le pido que no me hable.

Esa forma fría y distante de responder junto a que ni si quiera volteo a verlo hizo suspirar al castaño así que cabizbajo solo asintió mientras que corría su silla al lado opuesto del hombre.

-S-si señor.

Esa frase brotó del mayor sin previo aviso, se percibía como un perro regañado o aun peor, como un tonto sumiso y lo peor es que de una u otra manera si se siente de ese modo, como si Daniel tuviera control sobre él y este solo se mantenía obediente esperando enmendar su error, eso Daniel realmente ni se lo imaginaba solo pensaba que Mario estaba empezando a traspasar esa pequeña línea entre el despecho y la depresión cosa que no le agradaba para nada así que antes de irse Daniel se acercó a Mario.

-Calderón, tiene tres minutos para hablar y sea rápido antes que me arrepienta.

Ignorando la mirada recriminadora de Marcela el castaño se levantó rápido asintiendo mientras ambos se dirigían a la oficina del mayor, estando ahí Mario se sentó en el borde de su escritorio mientras que el menor solo se quedaba de pie viéndolo serio.

-D-daniel...doctor Valencia, yo...yo quería saber si ya empezó a leer el libro que le regalé.

Mario sabía que Daniel no lo perdonaría solo por que se lo anduviera implorando cada vez que lo veía, lo que lo llevó a su otra mejor opción, iba a reconquistarlo cueste lo que cueste, no importaba si tendría que llevarle flores todos los días, llevarlo a los lugares más sofisticados o simplemente escribir él mismo con su puño y letra mil poemas expresando sus mas sinceros sentimientos, sin duda lo haría, esta loco por él y aunque superarlo fuera una opción no quería recurrir a ella tan fácilmente.

¿Me? ¡¿Fall in love?! [Daniel x mario]Where stories live. Discover now