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Las puertas del ascensor se cerraron y Mario suspiro cansado, no le había gustado terminar una amistad de tantos años así pero no le vió de otra, por consiguiente cuando llegó hasta el parqueadero se subió a su carro y llamó a Daniel.

-¿Aló?

-¿Dónde estás?

Preguntó el castaño con desgano.

-¿En mi apartamento por?

-Ya voy para allá.

Y sin decir más el castaño colgó la llamada y se fue directo al apartamento de su novio mientras que este no le tomó mayor importancia.
No pasó ni media hora cuando Daniel tuvo que abrir la puerta de su apartamento viendo al castaño con sangre en su labio inferior, sin corbata y su cabello alborotado así que con preocupación lo tomó el rostro de su novio con sus manos.

-¿Qué te pasó?

Mario sonrió a boca cerrada mientras entraba con el menor tomando sus muñecas con delicadeza apartándolas de su rostro al mismo tiempo que cerraba la puerta detrás de su espalda.

-Armando me golpeo, pero no es nada.

Con esa declaración el más bajo cambio su expresión preocupada por una sumamente enojada aunque algo sorprendida sacando la conclusión que la decadencia de ese hombre no conocía límites.

-¿Es enserio?

El mayor se sentó en el sofá del menor asintiendo mientras que el menor lo seguía solo quedándose de pie apretando sus puños.

-Mira, si antes no tenía razones suficientes para matarlo ahora si las tengo, ya vuelvo.

Mario lo miró con los ojos bien abiertos viendo que iba directo a la salida así que con rapidez tomó de su camisa jalándolo hacia atrás logrando que cayera en su regazo, el menor solo bufó golpeando su mejilla interna con su lengua, no entendía como es que alguien se atrevió a tocar a su castaño.

-Tranquilo, créeme que él ahorita está sufriendo mucho.

-Más le vale, pero aún así cuando lo vuelva a ver mínimo lo abofeteo.

-Amm no creo que eso pase, o por lo menos no en un futuro cercano.

-¿Por qué lo dices?

El castaño puso a un lado al menor con una sonrisa, había preparado esa sorpresa desde hace un par de meses y viendo las circunstancias le parecía un buen momento para pedir la opinión de su novio.

-Bueno.

A los pocos segundos Mario estaba en el suelo con una rodilla apoyada en el suelo, tomó las manos del menor viéndolo fijo mientras que este se ponía nervioso por la mirada tan intensa que le regalaba sintiendo sus mejillas calentarse.

-Daniel Valencia, yo se que es un poco apresurado pero ¿quisieras...vivir conmigo?

-¿Ah? pues si, digo, no creo que estaría mal.

Respondió simplemente, ambos sonrieron y Mario volvió asentarse al lado de Daniel ya que realmente eso no era todo lo que quería decirle, solo que el menor con una mano le empezó a desabotonar la camisa y con la otra le quitaba la chaqueta repartiendo besos por su cuello llegando hasta su labio besándolo con suma delicadeza.

-Bueno...después de que vayamos de viaje por Europa.

El castaño interrumpió el beso separándose ligeramente para ver la reacción del menor quien solo volvió a unir sus labios con el cuello del menor.

-Sisi....no espera ¿por qué iríamos hasta allá?

Con una mueca de confusión Daniel cayó en cuenta encarando al castaño ya que lo que había dicho era sin dudas algo muy inusual o hasta parecía en broma pero al ver el semblante tranquilo, nada burlón y como es que sacaba dos pedazos de papel del bolsillo de su chaqueta lo desconcertó aún más.

¿Me? ¡¿Fall in love?! [Daniel x mario]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora