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Mario estaba nervioso, no se trataba de cualquier persona, era la fiera Marcela Valencia y se atrevería decir que era una de las personas que más lo odiaba y lo admitía, se escuchaba como una estupidez ponerse en este plan pero cuando lo pensó mejor tenía algo de sentido, Daniel solo tenía a sus hermanas, eran su única familia y una de ellas ni si quiera se preocupaba por algo más que no fueran sus cirugías y dinero, Marcela podrá ser esa fiera a la que la mayoría temen pero se preocupa por su hermano y eso es lo más importante.

En ese momento se encontraba frente a la puerta del apartamento de su novio esperando a que abrieran con un ramo de rosas rojas oscuras, casi negras detrás de su espalda, cuando la puerta se abrió divisó a Daniel con una camisa negra abierta en los dos primeros botones junto a un pantalón del mismo color que se sostenía gracias a un cinturón que resaltaba a la perfección su cintura.

-woow..

Daniel sonrío apenado dando unos pasos hacia delante tomando la solapa del gabán de Mario dándole un pico en el cachete.

-Ya, no es para tanto.

-E-es que te ves hermoso.

-Mario, yo siempre me veo bien.

El castaño sonrió y le mostró las flores, Daniel estaba sorprendido, sabía que unas rosas así eran algo difíciles de conseguir y las personas no las regalaban en estas ocasiones ya que no se consideraban tan alegres, pero para el menor eran hermosas, eran únicas y a su parecer se asemejaban mucho a él.

-Gracias, tú piensas en todo ¿no?

El mayor tomó la mano de su novio y le dió un beso en el dorso de esta inclinándose hacia adelante haciendo una reverencia.

-Pues claro, lo mejor para mi novio.

Daniel lo tomó de la mano rodando lo ojos manteniendo la sonrisa y guiándolo dentro del apartamento, la mesa ya estaba colocada y Marcela acababa de traer los platos de comida, cuando cruzaron miradas. Mario tragó duro, la prueba más importante de su vida había empezado.

-Buenas noches, Marce.

Saludó el castaño de pico a la mujer mientras que Daniel los veía algo nervioso apretando sus flores con fuerza.

-Hola Mario, bueno, siéntate.

Este asintió y se sentó en uno de los costados de la mesa mientras que Marcela se sentaba en la cabecera para prestar atención y de vigilar cada acción del castaño enfrente suyo, al mismo tiempo que Daniel se iba a poner las flores en un florero.

-Linda noche ¿no Marce?

Habló el castaño tratando de hacer conversación pero está alzó una de sus cejas colocando sus codos en la mesa apoyando su rostro en sus manos.

-Eso está por verse.

Ambos rieron fingido hasta que llegó Daniel sentándose al frente de Mario.

-Bueno, te digo que aquí el señorito hizo la comida entonces ojalá la disfrutes.

Realmente esa era una de las estrategias de Marcela para alejarlo de su hermano ya que este podría ir a los mejores restaurantes y haber probado lo más lujoso de la alta cocina pero él no era muy bueno cocinando, la mayoría de platillos siempre le quedaban algo insípidos, creía que era algo simple pero que en una relación podía ser de alto impacto.

Mario probó un primer bocado y para su gusto no estaba tan mal, solo que hacía falta algo, al parecer Daniel se dió cuenta de esto y trajo un pequeño envase y lo puso enfrente de su novio.

-¿Y esto?

-Recordé que te gusta mucho el curry y que el otro día me habías comentado la receta.

Marcela presenció esta acción con algo de sorpresa, su hermano ni se preocupaba por ella con ese tipo de detalles así que vio con atención como ambos probaban la salsa del más pálido conteniendo una risa por la cara y los ojos aguados de Mario.

¿Me? ¡¿Fall in love?! [Daniel x mario]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora