𓂅 𝐋𝐎𝐕𝐄 𝐒𝐓𝐎𝐑𝐘 !!
donde todos los pogues odian a
julieta o'connor por ser una traidora
mientras que ella sigue aferrada a
ser parte de la corte . . . . ¡🐚!
o
donde jj y julieta todavía se preguntan
que pudo haber sido de ellos si s...
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—¡Julie, apresúrate! ¡Enzo ya está por salir!
—¡Ahora bajo!
Gritó Julieta como respuesta a los llamados de su mamá. Tenía que estar yendo ya a la escuela pero seguía en su habitación mirando la caja que le devolvió JJ el día anterior. Se sentía tan tonta... y lo era.
Seguir enamorada del chico que le había roto el corazón un montón de veces con sus acciones era patético.
Corrección: Julieta era patética.
Cuando salió de sus pensamientos, se apresuró a guardar las cosas que había sacado de la caja. Si no salía de su habitación y se subía al auto de su padrastro llegaría tarde a su primera clase, y odiaba esa incómoda sensación de llegar al último en el salón.
En el momento que iba a cerrarla, se encontró con una foto a su lado. La reconoció enseguida y una sonrisa se le formó en el rostro.
Era ella cuando tenía trece años. Estaba recibiendo su premio de segundo lugar en el torneo de surf juvenil y a su lado se encontraba su padre abrazándola, con una enorme sonrisa en los labios.
Estaba mojada de pies a cabeza, cargando su tabla de surf color lavanda. Las rondas de la competencia la habían dejado agotada, pero haber obtenido el segundo puesto la hizo olvidarse del cansancio. Se veía malditamente feliz.
JJ siempre le decía que era su foto favorita de ella, y estaba segura que esa era la razón por la que la había conservado.
Recordaba haber estado practicando durante más de un mes para esa competencia y en como su padre estuvo presente en todas sus prácticas, para alentarla y darle consejos.
No pudo evitar conmoverse, habían pasado casi siete meses desde la partida de su padre.
Ray O'Connor zarpó con su bote a otra isla en cuanto firmó los papeles de divorcio y supo que no podría hacerse cargo de su hija debido al poco dinero que poseía. Vendió su casa y camioneta, trabajó duro en su bar alrededor de unas tres semanas y luego se marchó directo a la isla San Miguel, dispuesto a hacer un poco más de dinero y luego continuar su travesía por el mar.
Siempre que podía, le enviaba mensajes y fotos de sus destinos a Julie. Estar de isla en isla nunca te garantizaba buena señal de internet, pero él se encargaba de fotografiar todo lugar nuevo que conocía para cuando tuviese la oportunidad, mostrárselas a su hija.
