𓂅 𝐋𝐎𝐕𝐄 𝐒𝐓𝐎𝐑𝐘 !!
donde todos los pogues odian a
julieta o'connor por ser una traidora
mientras que ella sigue aferrada a
ser parte de la corte . . . . ¡🐚!
o
donde jj y julieta todavía se preguntan
que pudo haber sido de ellos si s...
Ops! Esta imagem não segue as nossas directrizes de conteúdo. Para continuares a publicar, por favor, remova-a ou carrega uma imagem diferente.
▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄
—¿Y?
Cuestionó JJ en cuanto vio salir a su amigo de la tienda de su padre.
Pope traía el ceño fruncido y la gorra colgando de la mano. Al parecer había fallado en su misión.
—Quiere que me quede trabajando. —dijo, provocándole un suspiro pesado al rubio.— Al parecer el huracán llegará antes de lo esperado así que debo guardar las cosas en la bodega o se arruinarán.
—Oh, mierda. Tu padre te sobre explota, amigo. ¿Lo sabes, no?
—Soy su hijo, tengo que ayudarlo.
—Si, si... como sea. ¿Necesitas una mano? —preguntó JJ, rendido ante el plan de salir a pasar el rato con Pope por el pueblo.
—¿Tan aburrido estás? —cuestionó el moreno, divertido e incrédulo a la vez por el ofrecimiento de su amigo.
JJ se encogió de hombros y siguió a Pope en cuanto este volvió a entrar a la tienda.
—¿Que hay de John B? ¿Por qué no sales con el?
Pope tomó una caja entre sus brazos y tomó rumbo hacia la bodega del lugar, después de unos segundos JJ imitó su acción.
—Servicios infantiles lo citó hoy. Ya deben saber que el tío T no está cuidándolo.
—Mierda, está jodido.
JJ negó. —Es John B, siempre sabe que hacer.
Ambos regresaron a la parte principal y Pope enarcó su ceja por la simpleza en las palabras de su amigo. En un día normal estaría inventando un montón de teorías que tengan que ver con el llamado de John a servicios infantiles y cómo les perjudicaría eso a los pogues, pero no. No soltó una sola palabra después de eso.
Cuando finalmente terminaron, Pope salió detrás de JJ, mirándolo preocupado.
—¿Estás bien?
El enseguida giró y alzó las cejas con sorpresa ante su cuestionamiento. Después de unos segundos regresó su vista hacia el frente y asintió.
—Sipe. —respondió y Pope suspiró aliviado, siguiéndole el paso.
Por un momento creyó que la extraña actitud de su amigo se debía a los sucesos del día anterior y lo raro que se sintió pasar el rato con aquella pelinegra después de tanto tiempo.
