𝑀𝑖 𝑃𝑒𝑞𝑢𝑒𝑛̃𝑜 || (𝐼𝑔𝑢𝑟𝑜 𝑂𝑏𝑎𝑛𝑎𝑖)||

Capítulo 10

No, esto no podía estar pasando.

¿Por qué entre tantas personas tenía que ser la fiesta de él?

—Izumi él es, Uzui Tengen el anfitrión de la fiesta.

—Izumi... Cuanto tiempo de no verte, es un gusto el verte nuevamente —dijo mientras extendía su mano para saludar.

—Es una lástima que no pueda decir lo mismo —murmuró lo más bajo posible para que nadie la escuchara mientras correspondía al saludo.

—¿Se conocen? —Kyojuro estaba sorprendido y se miraba ¿feliz? Posiblemente si era buen amigo de Uzui.

—Si, claro que nos conocemos ¿Verdad, Shinazugawa?

—Si, nos conocemos desde hace unos años —dijo mientras hacía una falsa sonrisa— pasó mucho tiempo.

Ella soltó su mano y se paró al lado de Kyojuro.

—Bueno un gusto el verlos tengo más invitados así que disfruten la fiesta —dio la vuelta mientras movía su mano— espero y nos pongamos al día Izumi.

Se alejo de donde estaban ellos dos. Ambos se quedaron en silencio un tanto incómodo.

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—No creí que lo conocieras... Oh, Dios mío, es más que obvio que él está aquí —dijo un poco exaltada.

—¿Quién? ¿Estás bien? Luces muy nerviosa.

—Lo siento, iré al baño un momento.

Dijo mientras ignoraba a Rengoku, busco los baños rápidamente al encontrarlos y entrar por suerte estaban solos. Entró aún cubículo y lo cerró, para luego bajar la tapa del baño y sentarse mientras ponía sus manos en su rostro.

¿Qué mierdas me pasa?

Tengo que comportarme ya no soy una adolescente para actuar de esta forma, no tengo porque estar nerviosa y menos sentir miedo.

No es como que él vaya a saber todo con solo verme, incluso puede que ni siquiera nos veamos.

Se quedó sentada unos minutos más mientras se tranquilizaba. Salió del baño y se acomodó el cabello frente al espejo.

Salió del baño y fue hacia donde estaba Kyojuro.

—Volví.

—Izumi ¿Estás bien? Te fuiste de repente.

—Gracias por preocuparte, estoy bien solo me sentí un poco sofocada.

No puedo decirle. Se sentirá culpable por traerme.

—Ten, te trague una copa —extendió la copa— sé que te gusta el vino.

—Gracias... Siempre eres tan atento Kyojuro —tomo la copa y le sonrió levemente— estaba notando que no hay empresarios tan conocidos.

—Lo hay, pero son antiguos socios que trabajaban cuando papá aún estaba a cargo de la empresa.

—Ya veo, entonces es eso.

Siguieron hablando por unos minutos, luego por educación estuvieron hablando con unos empresarios que si eran conocidos.

Izumi, se asustó un poco cuando sintió una mano en su hombro, al girar pudo visualizar a Gyomei con una sonrisa cálida.