𝑀𝑖 𝑃𝑒𝑞𝑢𝑒𝑛̃𝑜 || (𝐼𝑔𝑢𝑟𝑜 𝑂𝑏𝑎𝑛𝑎𝑖)||

Capítulo 16

Izumi ya calmada se dirigió a la casa de su amiga para ir a traer a su hijo.

Eran las 11:45 P.M.

Al llegar tocó la puerta y su amiga le abrió.

—Vienes rápido, hoy el perdió, se durmió más rápido.

Ella sonrió tratando de ocultar sobre cómo se sentía.

—Deberían de quedarse a dormir, es peligroso manejar tan tarde.

—No quiero molestarte, aparte mañana no iré a trabajar y quiero amanecer tranquila y aprovechar el día. —dijo mientras ambas entraban y se dirigían al cuarto donde estaba Aroon, al llegar Izumi lo cargo y se dirigió nuevamente a la entrada— te agradezco que lo cuidarlas, gracias mi amada Kocho.

—Que va, a veces hasta se te olvida que existo y no lo veo, es lindo estar con él.

—Lo es —dijo y la abrazo para despedirse.

Salió de la casa y se dirigió al auto donde en la parte de atrás dejó a su hijo acostado, luego entró ella y empezó a manejar.

En el camino no pudo evitar no recordar a Obanai, su hijo era la clara imagen de él. Y sin darse cuenta comenzó a llorar nuevamente. Se sentía tonta, se sentía vulnerable.

Había sido impulsiva y eso no estuvo bien, se dejó llevar por un momento.

—Mami... ¿Por qué lloras?

Se sobresalto al escuchar a su hijo, no se dio cuenta cuando él despertó, lo más posible es que su llanto lo haya despertado.

—No es nada, mi amor. Solo estoy muy cansada y estresada.

—¿El tío Kyojuro te hizo llorar? La tía Shinobu dijo que habías salido con él.

—Oh, no cariño, no fue el.

—Mami...

—Vuelve a dormir Aroon, pronto llegaremos a casa.

El pequeño solo se volvió a acostar en los asientos y veía como su mamá conducía. Al llegar a casa se hizo el dormido y su mamá lo cargo hasta la habitación de ella, cuando Izumi estaba por dejarlo en la cama, él se abrazó del cuello de ella.

—Aroon, es hora de dormir —dijo mientras le daba un beso en la frente.

—No puedo dormir, no tengo sueño —le susurro con la mirada baja y aferrado a su cuello.

—Pero tienes que dormir, es muy tarde para que estés despierto.

—Tengo miedo de que al dormir te vayas y llores sola, no quiero que llores, mami, no llores por favor, yo te cuidare y limpiare tus lágrimas.

Izumi acostó a Aroon y se fue a subir a la cama junto a él, mientras lo abrazaba.

—Ya no lloraré, tengo a mi pequeño que me cuida y podría enojarse e ir a golpear a quien me hizo llorar.

Aroon también la abrazo y no la soltaba.

Izumi no sabe cuánto pasó abrazada a su lado sin moverse ni hablar, pero finalmente él se había dormido, de forma muy silenciosa se levantó y lo cubrió con las colchas. Luego ella bajó hacia la cocina a prepararse un café. Con el café ya en mano fue al sofá mientras lo tomaba y recordaba todo lo que había pasado y como muchas veces antes lo había hecho, empezó a imaginar el cómo hubiera sido su vida si ellos hubieran sido una familia...

Ojalá todo hubiera sido distinto, ojalá en otro lugar, en otro universo ellos hubieran sido una familia muy feliz.