Siempre fuiste tú, Idiota #1

Capítulo 10

Malika

Ya estando en su habitación sentía una sensación de familiaridad y comodidad, quedé anonadada al ver varias de las cosas que Asher utilizaba para su carrera, en su escritorio se encontraban a la vista dos bastidores medianos, en uno de ellos estaba pintado un atardecer de playa—No soy una experta en ello— los contraste que le dio eran increíbles, la manera en que degrado cada color, partiendo desde el azul del mar, palmeras, el cielo que iba desde lo morado, rosado, rojo-anaranjado y amarillo. Cada detalle era perfecto. El otro estaba debajo de unas hojas blancas y solo pude ver varias mariposas y la parte de un hombro femenino. Pinturas de acrílico ordenadas por tonalidades, en una mini estantería que estaba sobre su escritorio, cilindros donde tenía distintos tipos de pinceles, brochas y demás. Fotografías esparcidas por su cama, más bastidores y lienzos se encontraban en el suelo recargados en su armario. 

Cerró la puerta, haciéndome regresar de mí trance. 

—Perdona todo este desorden pero estaba checando algo de la clase de fotografía.—Se dirigió a su cama y de manera torpe las quitó de ahí poniéndolas en su mesita de noche. 

¡Se ve tan adorable y sexy! 

—Eh...no te preocupes, si que eres todo un artista, tenía años sin entrar en tu habitación—Suspiré melancólica.—Todo es tan diferente a como lo recuerdo. 

—¡Gracias preciosa!—Se dejó caer en su cama recargándose en la cabecera con las manos detrás de su nuca.—Eres bienvenida cada que quieras.

—Gracias—mis mejillas se tornaron carmesí. 

—¿Te quedarás ahí parada todo el rato? O ¿Vendrás acá conmigo? No muerdo Malika.—Dijo en un tono burlón. 

Le puse mala cara y me acerque a la cama, dejando sobre ella la caja de regalo, me senté en el otro extremo de la cama, así me sería más fácil hablar que tenerlo tan cerca y me pusiera más nerviosa. 

—Y bien ¿Qué sucede?—Cuestionó con intriga. 

—Yo...este...quiero…—No sabía cómo decirlo sin rodeos porque me era difícil expresar lo que sentía.—¿Cómo estás?

¡Mierda Malika!

Soltó una risa—¿En serio?—pasó una mano por su cabello y se inclinó para tomarme de la muñeca y acercarme más a él.—¿Qué pasa realmente?-Tomó un mechón de cabello poniéndolo detrás de mí oreja. 

Trague grueso. 

—¡A la mierda!—Murmuró con una voz ronca.

Enarqué una ceja por la confusión y simplemente pasó otra vez...

Asher tomó mi rostro entre sus manos y estampo sus labios contra los míos. 
Sus labios se movían suavemente sobre los míos dejándome sentir cada detalle del rose de nuestros labios, mordió mi labio inferior y yo puse mis manos alrededor de su cuello atrayéndolo más a mí. Me deje caer contra su cama y él quedó a horcajadas de mí. El beso cada vez se volvía más intenso y podía sentir lo duro que se estaba poniendo, eso estaba provocando una excitación en mí, arqueé mi espalda para pegarme más a su cuerpo y sentir ese roce, entre jadeos sonreí para detener el beso y poder respirar otra vez. Pegó su frente a la mía, me regaló una sonrisa amortiguada y dejó un beso corto en mis labios.

—¿Ahora me dirás que quieres realmente?—Musitó recuperando su respiración.—No, lo olvide.—Sonreí nerviosa.

—Claro—Puso los ojos en blanco.—Y si...¿Te ayudó a recordarlo?—Enarcó una ceja y su mirada estaba llena de deseo. 

—¿Cómo?—Lo rete. 

—Son tantas las cosas que quiero hacer en estos momentos.—Hablo con picardía.