Capítulo 37

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Malika

Me desperté al sentir frío en mis pechos desnudos.

Volví a taparme con la sábana y giré un poco mi cuerpo para mirar a Asher. Pase mi mano por su espalda desnuda y se removió un poco.

Anoche después de darle la gran noticia, tomó una pequeña maleta de mi armario y me ayudó a escoger ropa—Por ropa me refiero a lencería, bragas y sujetadores.—para llevarme a su departamento. Tomé mi mochila para guardar mis libros y laptop para acabar los reportes que aún tenía pendientes.

Le llamé a Sophie para pedirle el número de su ginecóloga aquí en Londres, por suerte aún no era muy noche y atendió a mi llamada. Logramos conseguir una cita por la tarde del día siguiente.

Antes de llegar al edificio fuimos a cenar a un pequeño lugar al que ya había ido con Sophie meses atrás, por suerte la comida me cayó bien a pesar de los olores desagradables que generaban en mi, ciertos alimentos.

Le conté lo sucedido en la fiesta de la noche anterior, se molestó por lo que me dijo aquel tipo, pero también se molestó por mi irresponsabilidad, porque aún no sabía nada sobre mi embarazo y arriesgarnos en una fiesta de desconocidos era una mala idea. No me prohibió ir a fiestas pero sí que cuidara el tipo de ambiente al que iba.

—Asher—Volví a recorrer su espalda desnuda con mi mano. Me detuve en su trasero para darle un apretón.—Tengo hambre.—Me pegué más a su cuerpo y él giró la cabeza para observar me.

—Qué buena manera de comenzar el día.—Se puso boca arriba, levantó la sábana y me atrajo a su cuerpo quedando sobre su regazo y su miembro rozaba mi entrepierna.

Solté una risita.

—Hablo enserio Asher.

—¡Yo también!—apretó mi trasero.

—No hablaba de este tipo de hambre, mal pensado.

—Yo si, lo necesito para tener energía durante el día.—Beso mi barbilla.

Puse los ojos en blanco.

—Siempre pensando en follar.

—Ahora más que nunca aprovecharé cada oportunidad.

Me senté sobre su regazo, tome su miembro dándole un apretón antes de acomodarme y deslizarlo dentro de mí.

***

—Se me antojan unos panqueques con mucha leche condensada y fresas.—Me acomodé mejor en el asiento del auto.

—¿Conoces algún lugar donde vendan? Aún estoy tratando de familiarizarme con la ciudad y con esto.—Señaló el volante.

—Te acostumbrarás después de tiempo.

—¿Ya condujiste aquí?—Pregunto sorprendido.

—Gira a la derecha en el siguiente semáforo.—Señale—Y si, sólo una vez, no quería hacerlo, aún me daba miedo desde el accidente pero necesitaba comprar las pruebas de embarazo.

—Me siento orgulloso de ti.—Acarició mi muslo y nuestras miradas se encontraron por un instante, le sonreí levemente.

—Es ese restaurante—Señale un pequeño lugar de desayunos muy buenos.

Aparcó el auto, bajamos, entrelazó nuestros dedos y caminamos hasta ese restaurante muy retro.

Después de ordenar nuestra comida Asher ladeó un poco su cabeza y me miró fijamente.

—Aún tenemos muchas cosas pendientes de las cuales hablar Malika.—Solté una risita nerviosa y asentí con la cabeza.

—¿Por dónde quieres comenzar?—Le di la oportunidad de comenzar con esta larga plática.

Siempre fuiste tú, Idiota #1 Where stories live. Discover now