ALEXANDER
Iba soltando a Nathalie lentamente después de nuestro abrazo, aún no habíamos convivido mucho tiempo juntos, pero sentía que algo cambiaba dentro de mi cuando estaba con ella, y eso me aterraba.
— Debo ir a la oficina — le comenté mientras jugaba con un mechón de su cabello. — Le he pedido a Josh que traiga tu auto por si llegas a necesitarlo —
— Gracias Alexander — me miro un poco dudosa, — ¿Quién es Josh? —
— Uno de los porteros del edificio, siempre me ayuda con algunos recados, y yo le ayudo con su universidad — le comenté.
El chico era un genio, pero no podía permitirse pagar la universidad, por eso trabajaba en el edificio, le ofrecí pagar sus semestres sin nada a cambio, pero él insistió en que podía avisarle para cualquier recado, era su forma de devolverme lo que estaba haciendo por él.
Deje a Nathalie en el hospital y me dirigí a la empresa, revisaría algunos pendientes y lo demás lo llevaría al hospital para hacerle compañía, podía trabajar perfectamente desde allí y de paso hacerle compañía para que no se sintiera muy deprimida.
Al llegar vi a Layla en el puesto de Nathalie, parecía buscar algo. —¿Qué haces? — ella dio un brinco en el lugar.
—Oh Alexander me asustaste, Luke me pidió unos documentos que le dejó a tu asistente, pero ella aún no llega, que falta de compromiso con su empresa — dijo de manera mordaz.
— Sal del lugar de Nathalie y dile a Luke que me escriba un correo para solicitar lo que necesita, no dejó ningún documento fuera de mi oficina, y si lo que buscas es mi llave, esa tampoco esta acá — le dije adivinando sus intenciones.
Saque las llaves de mi bolsillo mostrándoselas y entre a la oficina, tenía que hacer algo con esa mujer.
A media tarde el sonido del celular me saco de mi nube de trabajo.
— Le Roux —
— Alexander — era la voz de Nathalie
— sí, dime, ¿qué necesitas? —
— Alexander, ¿podrías mirar si en el escritorio del trabajo deje mi billetera?, la estoy buscando acá en mi bolso y no la encuentro, y necesito mis documentos — me dijo nerviosa.
— Ahora revisare — salir a buscar en su escritorio y encontré la agenda que siempre usaba, estaba abierta y parecía faltarle una hoja.
— Nathalie, ¿arrancaste una hoja de tu agenda? — No quería sospechar, pero algo me decía que Layla se había llevado algo.
— No, nunca he quitado una hoja de la agenda, podrías traerla si gustas así reviso, de paso te ordenó lo de la semana —
— Encontré tu billetera, sacaré todo lo de tu escritorio y lo pondré en mi oficina, creo que algo anda mal — dije desconectado la laptop que usaba y guardando un par de documentos mí muy importantes de sus gavetas.
Antes de volver al hospital decidí hablar con Layla, la llame a mi oficina.
— Tenemos que hablar — le dije en el momento en el que entró, — ¿que haces aquí? —
— No es obvio, me acabas de llamar — dijo burlona sentándose en la silla frente al escritorio y cruzando su pierna haciendo que su falda se levantara considerablemente.
— Me refiero a que haces acá en la empresa, ¿a qué has venido realmente? — esa duda me estaba carcomiendo la cabeza.
— Trabajar, no todo gira a tu alrededor Alex — dijo poniéndose de pie, — ahora si me disculpas, tengo cosas que hacer — se dio media vuelta hacia la salida, antes de salir la detuve.
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Sr. Le Roux
浪漫Alexander Le Roux, un francés frio, arrogante y mujeriego, incapaz de pensar en algo más que no sea su venganza personal, acostumbrado a una vida de lujos y libertinaje, disfruta de su soltería hasta que el destino juega en su contra. Cuando se abre...