Sr. Le Roux

Epílogo ★

Nathalie.

— Vamos enana anímate — estaba sentada al lado de Drake en el asiento del avión, íbamos rumbo a Boston, él tenía una casa en ese lugar.

— No quiero incomodarte en tu hogar, pude ir a otro lugar — susurré apesadumbrada.

— Nada de otro lugar, hace poco te encontré y voy a tener sobrinos, pienso quedarme a tu lado mucho, mucho tiempo — sonreí ampliamente y toqué mi aún plano vientre, no estaríamos solos.

— Entonces tendrás que recibirme en tu hogar mientras busco un lugar para mí y mis bebés —

— Mi casa no será igual a donde vivías, pero será suficiente para los cuatro — me apretó fuertemente la mano, — viviremos juntos enana, y estos pequeños sobrinos míos tendrán su propio espacio, te encantará el lugar —

La casa de Drake era hermosa, tenía una buena ubicación, un patio grande y cuatro habitaciones, sin duda alguna íbamos a estar bien los cuatro, era momento de iniciar mi nueva vida.

Al llegar conocí a su familia adoptiva, Miriam y Malcolm Williams eran una pareja encantadora, venían cada semana a visitarnos, y la señora Miriam estaba encantada, decía que yo era la hija que siempre soñó tener, tenía cuatro hijos más, todos varones, todos me cuidaron y acompañaron durante el embarazo.

Los primeros meses fue todo muy fácil, empecé a trabajar en el bufete de mi hermano como asistente ya que era difícil conseguir un trabajo estando embarazada.

Con el dinero que gane trabajando para Alexander compre todas las cosas que necesitaban mis bebés, en el cuarto mes ya parecía un globo y sabíamos que venían en camino un niño y una niña.

Estaba feliz con mis bebés, decore sus habitaciones y en cada una de ellas deje una foto donde salíamos Alexander y yo. No sería de esas madres que hablan mal de los padres a sus hijos, algún día el sabría de ellos y no quiero que tengan algún resentimiento.

Para mí sexto mes de embarazo, el peso de mis pequeños me hizo imposible seguir trabajando, tuve que hacer reposo hasta el momento del nacimiento.

No hacía mucho que había cumplido los ocho meses, faltaba muy poco para tenerlos en mis manos, después de cenar subí a tomar un baño y me metí en la cama, como todas las noches, buscaba algo que ver en la tele cuando un dolor agudo atravesó mi cuerpo y me hizo retorcerme en la cama, sentí que me orinaba y al levantar la cobija para ir al baño por poco me desmayo, sangraba demasiado.

— ¡Drake! — lo llame a los gritos entre la angustia y el dolor, escuche sus pasos.

— ¿Qué pasa enana? — entró corriendo rápidamente a la habitación, — Oh Dios, llamaré una ambulancia, quédate quieta, iré por tus cosas y las de los bebés —

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—Tuvo un desprendimiento prematuro de placenta, la pasaremos a sala de parto de inmediato — me dijo la doctora al revisarme, asentí con la cabeza.

— a pesar del sangrado estas dilatada para un parto vaginal, ¿Quieres realizarlo así? —

— Si, Doctora, por favor que no le pase nada a mis bebés —

— Todo va a estar bien, tranquila — tomo una carpeta y anotó allí. — Haremos una transfusión de sangre después del parto, ¿El padre de los niños va a pasar? — pensé en Alexander en ese momento, me sentía una mala mujer al quitarle estos momentos, pero él era un egoísta que sólo pensaba en sí mismo.

— Él está de viaje, entrará mi hermano — Drake asintió con la cabeza y se dejo guiar por a doctora para poder acompañarme en todo el proceso.

Un par de horas después ya estaba en una habitación, el proceso había sido por demás doloroso, pero había valido la pena, ya tenía a mis hermosos bebés en mis brazos.

—Dios hermana, te quedaste dormida cuando los hacían, son fotocopias de Alexander— sonreí al escucharlo, mis hijos eran pequeñas réplicas de Alex, sólo esperaba que también tuvieran sus hermosos ojos.

— ¿Como los vas a llamar? — me preguntó, — Ya no quiero seguir llamándolos bebé uno y bebé dos—

— Lo pensé bien y quiero que lleven nombres con A, como su padre— suspire mirando por la ventana —Andrew y Alice—

—Son hermosos nombres—

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Ya habían pasado seis meses del nacimiento de mis pequeños, los meses más complicados de mi vida, era muy difícil lidiar con dos pequeños, más si uno de ellos no sólo era la réplica de Alexander en su físico sino también en el carácter explosivo del mismo, el pequeño Andrew era tan enojón como su padre.

Después de dormirlos me senté a ver algo en la tele, hacía tiempo que no podía hacerlo, pase por varios canales hasta que llegue a un canal de noticias.

"El nuevo ceo de Publicity M&M, ha asumido el mando total de la empresa el día de hoy, luego de un largo juicio. El empresario y anterior presidente Michael Mathews fue arrestado y condenado por el homicidio culposo y predeterminado de Maximilien y Marie Andrews"

Vi a Alexander en la pantalla dando declaraciones de lo sucedido, me alegraba que todo saliera bien para él.

Lo detalle bien y se veía un poco más delgado, su cara estaba un poco más demacrada, pero pude ver bien que había hecho de nuevo su vida, una joven rubia y hermosa se posicionó a su lado y lo tomo del brazo frente a las cámaras mientras daba su declaración, eso me rompió un poco más el corazón, ya había pasado más de un año, era obvio que el siguiera su vida.

ALEXANDER.

El juicio determinó que Mathews había matado a mis padres, le dieron cadena perpetua, y a pesar de haber logrado recuperar lo que era mío por derecho aún no era del todo feliz, esta victoria me sabia a poco sin ella, extrañaba a Nathalie, ya llevaba más de un año buscándola y no había rastros de ella.

Varios periodistas se acercaron a hacerme preguntas, hoy había tomado el mando completo de la compañía, era nuestra herencia y patrimonio después de todo.

Me encontraba dando declaraciones cuando sentí un peso en mi brazo, mire a la persona que me había ayudado a salir de la depresión que estaba teniendo, la abrace y bese su cabeza, ella era una de las razones por las que aún seguía a flote, y es que a pesar de las cosas que había hecho en el pasado, ahora la tenía a mi lado y no podía ser mejor.

— Donde está mi cuñado — le pregunté cuando por fin nos alejamos de todos los periodistas.

— Fue al hospital, creo que esta más ansioso que yo por saber si tendremos un bebé—

— Un bebé — exclame melancólico, — hubiera dado todo por tener mis hijos con Nathalie —

— Lo harás hermanito, sólo tenemos que encontrarla, no te rindas — No tenia pensado rendirme.

— Ojalá fuera tan fácil — suspire pesadamente llevando mi mano a la cadena que colgaba de mi pecho, en ella colgaban los anillos de Nathalie.

A veces la vida nos pone pruebas unas más difíciles que otras, intenta tirarte al abismo y no dejarte escapar de allí, pero con determinación cualquier cosa era posible, iba a superar todas pruebas que vinieran, no me importaban cuales fueran con tal de tener a mi amada en mis brazos una vez más.

La encontraría, no iba a descansar hasta lograrlo.

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Allí publicaré algunos post, futuras publicaciones y hago sorteo de los libros que se encuentran en venta en Booknet.

Un abrazo enorme

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