EL PROTEGIDO DEL LEÓN

11-CICATRICES

Wang Yifei era una Leona inteligente y fuerte, de belleza imponente y carácter amable. Una criatura solitaria que se dedicaba a cuidar a sus dos hermanos menores y a entrenarlos para cuando fuera necesario enfrentarse a enemigos Demoníacos. Conocida por las otras Líneas de Protectores como la Leona Alfa, debido a su habilidad para la lucha y su agilidad para cazar.

Una mañana de Abril, la muchacha de larga cabellera castaña salía a pasear con sus hermanos cuando de repente su destino la hizo cruzar miradas con un joven alto y apuesto de cabello rubio. Su corazón saltó como si de fuegos artificiales se tratara, y supo que se sentía atraída de un Cazador cuyo aroma le gustaba. Durante días, Wang Yifei intento estar lo más alejada posible de aquel humano, pero siempre terminaban por encontrarse. Así que después de dos semanas de escapar a sus emociones, el propio Cazador busco a la Leona presentándose ante ella con cortesía.

Muchos creen que el amor es cosa del destino. Una emoción de la que no se puede escapar una vez que llega hasta tu corazón y tu alma es invadida por el. Y justamente fue lo que ocurrió entre ambos jóvenes al dar inicio a su tiempo juntos. Y al cabo de unos meses Leona y Cazador formaron un vínculo entrelazando así sus vidas y su amor. Pero lamentablemente para la pareja, muchas veces el futuro puede ser cruel y hasta la más pura inocencia puede verse corrompida.

Luego de la Guerra de los Cien Años, la puerta al Infierno fue sellada con el poder de varios Cazadores de Sangre Pura unidos. Dándole fin a un periodo sangriento que la humanidad olvidó haber vivido. Sin embargo, los Demonios que aún permanecían en la tierra prometieron vengarse de los Protectores y de los Cazadores a como diera lugar. Y una de sus primeras víctimas fue la Línea más poderosa de todas, los Leones.

Tras una masacre a las otras dos familias de Leones, Wang Yifei sabía que su esposo y sus hermanos serían los siguientes en ser atacados por los Pilares Demoníacos. Decidida a cuidar de ellos, investigo sobre la existencia de un cofre de plata esterlina dónde podría encerrar a los Demonios. Pero cuando tuvo en sus manos el arma para lograrlo, fue atacada.

La Leona Alfa lucho con todas su fuerzas para ocultar el escondite de sus hermanos en aquella casa, siendo obligada a ver cómo el más poderoso de los Pilares mataba a su esposo frente a sus ojos, para después ser brutalmente asesinada por Ling Mao. Un hecho del cual el menor de los Wang fue testigo desde donde se escondía, con las lágrimas cayendo de sus ojos y un grito ahogado por el dolor de su perdida.

Al pasar los años, los hermanos Wang  crecieron y ya más fuertes se decidieron a matar a los culpables del sufrimiento de la mayor. Wang Liu Haikuan era el más reservado y cuidadoso, así que sabiendo aceptar sus circunstancias, entendió que no eran rivales para los Pilares y dejo de buscarlos.

Por otro lado, Wang Yibo no se rindió ante la idea de vengar a su hermana y cuñado, encontrándose finalmente con uno de los Pilares y peleando contra él. Una batalla que dió como resultado que el castaño fuera encerrado en el cofre de plata esterlina y lanzado al mar. Un cofre que con el tiempo sería descubierto por una pareja de esposos Cazadores, que lo llevaron a su sótano para así dar con la forma de abrir aquel objeto, el cual más tarde por fin liberaría al León con ayuda del poder de un pequeño niño de diez años.

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El silencio abrumador se extendió por toda la habitación. Con el azabache sentado al borde de la cama observando el suelo y asimilando lo ocurrido en el pasado del mayor y su hermana. Ya conocía un poco sobre la última Línea de Leones y su historia, pero los detalles contados por Wang Yibo mientras dejaba salir su dolor lo hizo quedar paralizado. Ahora entendía por qué había continuado viajando y buscando a los culpables de la muerte de Wang Yifei. Era una herida que jamás podría sanar y cuyo recuerdo llevaría siempre consigo atormentándolo.