Capítulo 64: Al final de la tormenta.

4 1 0
                                    

Haziel pulverizó el sello en su mano y apoyando su palma en el hombro de la chica le pasó algo de energía ayudándola así a reaccionar con mayor rapidez.

–Venga, no puedo resolver esto por mi cuenta– susurró mientras la ponía en pie. Dane pestañeó lentamente mientras recuperaba la energía, miró el desastre que había a su alrededor y el rostro consternado de Brent que observaba impotente una escena que por primera vez, había salido completamente del alcance de sus manos.

–Mierda...–murmuró mientras levantaba una barrera contra Brent y Finlay. Los monstruos se abalanzaron contra ella pero Haziel tomó la oportunidad para destruir un par. La chica frunció el ceño al notar la herida de su hermano, nunca lo había visto herido hasta ese punto–Brent saca a los humanos de aquí.

Finlay levantó la cadena de Lúa y Brent tomó la oportunidad para soltarle y comenzar a caminar con lentitud afirmándose en la espada. Negó ante la mirada preocupada de su acompañante–Ve y ayuda al niño, sacaré a Kairan y Mayra.

Mayra quiso poner los ojos en blanco –¿Seguro que puedes ayudarme? – dijo mientras levantaba a Kiaran y prácticamente lo cargaba contra su espalda –No puedo cargar con los dos.

Sin embargo, Brent también puso los ojos en blanco, ahora que ambos tenían una expresión parecida, realmente podía notarse que eran hermanos. Kairan simplemente se dejó apoyar por ambos –Mierda, ahora tendré una deuda con los Hannae, no me faltaba más. Son tan amigables que casi quiero un hermano yo también.

–¡Cállate!– dijeron Brent y Mayra a la vez, haciendo que Kairan sonriera un poco, estaba realmente aliviado de ver que seguían vivos.

Por el rabillo del ojo no pudo evitar ver que Brent sostenía firmemente la herida de su pecho y como la sangre se filtraba de ella, hizo un esfuerzo monumental por apoyar su pierna herida y cargar un poco menos de peso en ambos, mientras se movían por el salón que parecía incluso mucho más grande en ese momento.

Brent levantó un anillo de fuego, pero no logró mantenerlo por mucho tiempo, así que finalmente sólo fue eliminando a los demonios que se le cruzaban por el camino intentando no gastar lo poco de energía que lo mantenía vivo.

Finlay tomó al joven de la casa Biang y lo sacó con rapidez, no conocía como dominar los poderes demoniacos, así que lo único que podía hacer realmente era una mala imitación de lo que había visto en Brent, para su suerte aquello fue suficiente como para lograr poner a Suyen fuera de peligro. Hecho esto, corrió hacia Brent y sujetándolo por los hombros lo ayudó a salir.

Sólo entonces se dio cuenta de que una de las habilidades que le había enseñado Ayla no la había utilizado realmente, había aprendido del control mental, la habilidad maestra que ese demonio había trasmitido a sus díscipulos y por la cual eran tan temidos.

Miró aquel desastre e intentó concentrarse "es como sumergirse profundamente en el mar" le había dicho Ayla en el par de horas que estuvieron juntos, pero claramente sumergirse profundamente en el mar no parecía una tarea sencilla. Al verlo de pie de pie inmóvil tres monstruos se lanzaron directamente contra él, los miró con alarma, aquello era ridículo, terminaría siendo despedazado antes de poder controlarlos. Los monstruos estaban casi a un paso de alcanzarlo cuando en medio de su desesperación elevó una mano para protegerse y para su sorpresa se detuvieron. Se quedó ahí medio segundo mirándolos asombrado para luego notar varios más venían por él. Levantó la manos nuevamente intentando bloquearlos y entonces se dio cuenta del truco: No bastaba con pensarlo, era necesario un poco de movimiento "como sumergirse en el mar", casi quiso reírse, por supuesto que para sumergirte completamente tenías que poner un poco de esfuerzo y bajar brazada a brazada.

Los trazos de su almaWhere stories live. Discover now