Ven...

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— ¿Qué estás haciendo? —le pregunta Amanda al acercarse a Carisi quien tiene una pila de papeles en la mesita de la sala.

—Estaba intentando darle orden a los documentos que debo entregarle a Buchanas y a la fiscalía mañana —dice—. Por lo regular odio los tratos porque no creo que sea la justicia que las víctimas esperan, pero en este caso, Dios, hubiera dado todo por no dar un trato.

Amanda se sentó junto a Carisi.

—Amber mató a Sandra por despecho y nada más. Eso es homicidio. 15 años a más, no menos. ¿Y un trato por un año? No lo creo para nada justo —refunfuñó él.

—Bueno, técnicamente si, no es justo, pero no sabemos a ciencia cierta qué podría haber motivado a Amber hacer lo que hizo. No sabemos hasta qué punto Sandra pudo haber corrompido a Amber para llevarla a ese punto —dice Amanda.

— ¡¿Qué?! —dice Carisi sorprendido—. ¡Agh,  Rollins! ¡No! —y se levanta de golpe y camina alrededor de la mesa hasta estar frente a Amanda—. ¿En serio vas a decirme eso? ¡La violó, Amanda! ¡Con su propio vibrador! ¡Eso es un delito!

—Lo sé Carisi ¿pero realmente qué sabemos de lo que Sandra le ha hecho a Amber y a las clientas que reportaron lo mismo? ¿No es ridículo que de repente el caso se fuera por el desague, así nomás? —le dijo ella.

Carisi se exasperó más.

— ¡Lo que es más ridículo es que ahora tú la defiendas! —su cara comenzaba a ponerse roja—. ¡Pensé que en la UVE nos encargábamos de encerrar a los que cometían delitos, no de excusarlos!

Amanda se levantó.

— ¿"Nos, encargamos?" —repitió Amanda burlona mientras se levantaba.

Carisi rodó los ojos. Había abierto la puerta y Amanda no lo dejaría pasar.

—Si, NOSOTROS —recalcó ella—, hacemos eso. Investigamos y hacemos todo lo posible por dejar fuera toda duda de que se cometió un crímen.

Carisi abrió la boca para cerrarla de nuevo, pues Amanda no había terminado.

—Tú, mi amigo, tú trabajo es probarle al jurado que lo que se cometió fue un crimen según la ley, pero en este caso no estaba claro ¡ni las circunstancias, ni el porqué! —le dijo a escasos centímetros de sus rostro—. ¡Así que quien debió litigar para que nos dieran más tiempo de investigar y hacer esto de la manera debida, eras tú, abogado! ¡Ese era tu trabajo! ¡No ceder a un maldito trato!

Carisi la miraba y exhalaba furioso.

Amanda se acercó un centímetro más de modo que pudo sentir el aliento de Carisi en sus labios.

—Carisi.

— ¿Qué? —contestó él.

Miró sus labios y le susurró.

— ¿Te dicho ya lo sexi que se ve esa vena que se salta en tu frente cuando estás furioso? —dice rozándole el labio inferior.

Amanda retrocede un poco para mirarlo, pero Carisi no espera nada más, la toma del cuello y la atrae hacia sí con fuerza, moviendo sus labios con desperación sobre los de ella.

Amanda toma su cuello también y encaja su cuerpo con el de él.

Carisi desliza sus manos por los brazos costados de Amanda, rozando sus brazos, sus caderas y cuando llegó a sus muslos los tomó con ambas manos y los abrió para poder llevarlos hasta su cintura.

Amanda gimió ante tal acción, lo que encendió aún más la excitación en Carisi.

La llevó hasta la pared, donde él aprovechó para introducir más su cuerpo entre sus muslos, a lo que Amanda contorneó su pelvis hacia él, rozando el miembro de Carisi.

Él gimió en el oído de Amanda, lo que la hizo estremecerse.

—Rollins... —murmura Carisi, llamándola.

—Sonny... —murmura ella al mismo tiempo en un gemido.

Él hace su rostro hacia atrás para poder mirarla intrigado.

— ¿Qué? —dice ella sorprendida.

—Me llamaste Sonny —le sonríe pícaramente.

Ella pone los ojos en blanco.

— ¿Para eso nos interrumpiste, Dominick?

Él sonríe más ampliamente.

—Y ahí está mi nombre legal —dice dándole un beso—. Y si, lo hice. Cuando lo has dicho ha sonado tan... —y volvió a asaltar salvajemente los labios de Amanda.

Esta se inclinó más sobre él, buscando que Carisi echara la cabeza hacia atrás para poder explorar su boca con su lengua.

Carisi respondió a la delicioso jugueteo de la lengua de Rollins amansando con sus manos el trasero de ella.

—Rollins... yo... ya no resisto —murmuró Carisi.

— ¿Qué? —preguntó ella—. Pero si recién empezamos.

Carisi rio.

—No, de esto podría tener toda la noche —la besó rozando levemente su lengua con la de ella—. Es mi espalda —rio—. Debo bajarte ahora o te dejaré caer.

Amanda rio también y deslizó sus piernas por los costados de Carisi, quien seguía sosteniéndola del trasero, hasta estar erguida de nuevo.

Se acercó a sus labios y le susurró jalándolo de la camiseta:

—Entonces ven...

Rollisi: Todo cambia con un beso.Where stories live. Discover now