𖦆 ֺ ָ ֙capitulo nueve

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habían pasado días desde que no se sabía nada de keisuke baji, no contestaba llamadas de yasu ni de chifuyu, ambos estaban preocupados ante la repentina renuncia del pelinegro hacia la ToMan.

— yasu, debes dormir, tienes ojeras y tus ojos están demasiado hinchados. — dijo draken, el cual estaba sentado a su lado mirándola, en los últimos meses la chica se había acercado bastante a la ToMan, llegando a ser un miembro más por petición de su mejor amigo y su casi hermano, a lo cual el líder no puso excusas ante la propuesta.

— no, debo quedarme despierta por sí keikei me devuelve los llamados o me escribe algún mensaje. — decía la pelinegra observando su celular, lo apretaba levemente con frustración, se sentía culpable por la decisión del ojimiel.

— ey, no te sientas mal, él fue quien tomó la decisión, debe haber tenido motivos para hacerlo. — dijo el de trenza al ver la acción de la oji café, la cual comenzó a soltar lágrimas que descendían por sus mejillas, las cuales tomaban un color carmesí al igual que su nariz.

el más alto al escuchar los sollozos de la fémina, le brindó un cálido abrazo, acariciaba la cabeza de la pelinegra y susurraba que no era su culpa y cosas así, mientras que el llanto de la chica aumentaba más y se aferraba aún más a draken.

— gracias, kenchin-kun. — dijo la fémina, quien tenía sus ojos hinchados y rojos ante el desahogo que tuvo, el recién nombrado limpio con sus pulgares por debajo de sus ojos para quitar las lágrimas.

— es increíble que todos en la ToMan te quieran tanto, no había conocido a nadie más que me dijera kenchin aparte de mikey, si bien estamos apenados por la renuncia de baji, tu eres como su clon, te prometo que haremos lo que sea para traerlo de vuelta. — dijo Ken mientras volvía a abrazar a la pelinegra, esta asentia con su cabeza y se aferraba al abrazo del rubio.

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— ¡Chifuyu-san! — al escuchar su nombre, el rubio giro hacia la dirección donde provenía el grito.

— oh, kato, ¿como estás? — decía él mientras agitaba levemente su mano en forma de saludo hacia la chica.

— muy bien, gracias por preguntar. ¿y tú? — decía la pelinaranja mientras se sentaba en la silla de adelante del chico.

— podría estar mejor, pero no es nada. ¿que te trae por aquí? — dijo el de aro rascando levemente su cuello, no tenía nerviosismo pero sentía la necesidad de hacerlo.

— quería invitarte a comer durante el almuerzo. — dijo la chica con un brillo en los ojos, mientras jugaba con sus dedos nerviosamente.

— oh, lo siento, no puedo. estoy un poco ocupado estos días. — dijo el oji verde, la fémina al escucharlo se desilusionó, iba a decir algo más pero su conversación fue interrumpida..

— matsuno, ven aquí. — soltó aquella fémina de cabello oscuro y ojos cafés, el rubio al verla mostró una leve sonrisa y se dirigió hacia ella.

kato al ver esto quedó atónita, ¿quién era esa? ¿cuanta confianza había para llamarlo por su nombre? ¿eran novios? ¿amigos? no lo sabía, pero pensar en que tenían una relación íntima le apretaba el pecho, miró a yasu con disgusto y se fue a su salón.

— ¿que pasa, yasu? — dijo el rubio mientras daba pequeñas palmadas en la cabeza de la pelinegra, la cual luego alzó su mirada con sus mejillas torneadas en un suave carmesí.

𝗍𝗐𝗂𝗇 𝖿𝗅𝖺𝗆𝖾𝗌 ; 𝖼𝗁𝗂𝖿𝗎𝗒𝗎 𝗆𝖺𝗍𝗌𝗎𝗇𝗈 Where stories live. Discover now