3

198 22 1
                                    

Unos meses  pasaron para que una nueva reunión de la clase E sucediera. Esta vez, quienes sorprendieron con la buena nueva de ser una pareja no fueron ni más ni menos que Karma y Manami. Estos, a diferencia de Kanzaki y Sugino, decidieron reunir a todo el grupo apenas estuvieron juntos para así mencionarles sobre su relación.

— ¿Ehhhhhhhhhh? ¿Y eso cuando pasó? — la pregunta de Rio era, probablemente, lo que todos pensaban en ese mismo instante a excepción de Nagisa, a quien Karma le había contado la noticia apenas sucedió.

— El dúo que puede ser capaz de acabar con nosotros y el mundo ahora es una pareja. Que alguien nos salve. — murmuró Maehara, recordando quizá una parte de su viaje con aquella clase a Kyoto.

— ¡Karma y yo no seriamos capaces de hacerles algo a ustedes o al mundo! — se apresuró a decir la pelimorada — ¿Cierto, Karma?

— Oh, sí. Claro. Sí. — continuó él mientras reía. — Te ves linda defendiéndome, Manami.

Está de más decir que la aludida se sonrojó con aquellas palabras.

Sus dos mejores amigos y dos de sus amigas más queridas de la clase habían encontrado el amor, aquel sentimiento aún lejano para él, aún misterioso en su totalidad. Los veía celebrar y demostrarse cariño, hechos mínimos que generaron en Nagisa otro pensamiento a parte de la definición de amor.

«¿Podré experimentarlo algún día?»

— Nagisa, ¿tienes un momento? — Karma se acercó a él, alzando una mano.

— Claro. — respondió — ¿Qué sucede?

— No sé si lo recuerdas, pero en la última reunión me preguntaste si me había enamorado. — el pelirrojo se echó contra la pared, mientras veía a la pelimorada reír junto a los demás — En ese entonces no lo tenía claro, pero ahora sí: lo estuve en ese entonces, e incluso siete años antes. Manami siempre fue la chica que me gustó, aunque recién este último año pude definir bien que eso era amor.

Nagisa sonrió. Okuda era espectacular y siempre tuvo buena química con Karma. Recordó con nostalgia como Korosensei los emparejó para unas pruebas, como si ese pulpo amarillo ya supiese de antemano los sentimientos que tanto Akabane como la joven de gafas poseían el uno por el otro. Recordó también que en esa prueba él fue emparejado con Akari, quien en ese entonces era conocida como Kayano Kaede, formándosele una sonrisa en el rostro.

— Creo que no conozco otra chica con la que me haya complementado tan bien como con Manami. — continuó el más alto — Es cierto que Rio y yo nos juntábamos más para hacer bromas, pero no sentí una conexión con ella como con mi ahora novia. Manami me fascinó desde que la conocí, con ese ingenio para crear un sinfín de pócimas y el ver como poco a poco comenzó a abrirse hacia los demás. Es tan linda, tan entusiasta, una genio en su totalidad. Recuerdo muy bien todas las caminatas que hicimos cuando la acompañaba a su casa, hablando de estrategias para matar a Korosensei o simplemente riéndonos de tonterías. A su lado siento que puedo ser yo mismo, ¿sabes? Fue la primera a quien le confesé varias cosas que me guardaba para mí, pues siempre me transmitió confianza y calma que, para alguien como yo, era casi imposible de lograr — rio — Ella y yo nos complementamos y somos el apoyo del otro; creo que no hay algo más hermoso que eso.

«El amor es estar en sincronía y sentir paz con el ser amado»

— Espera, ¡sí que lo hay! — sus ojos rojizos se dirigieron al amor de su vida — Manami en su totalidad, sí, ella es la más hermosa. Habernos frecuentado más este último año fue lo mejor que pudo pasarme, en serio, a veces no me creo que pueda sonar tan cursi, pero por ella sí que lo vale.

— Me alegro por ustedes, Karma. — el ojiceleste recibió por parte de su amigo unos golpecitos en su cabello, que terminó desordenado. — ¡Hey!

— Nagisa, escúchame: tú también lo hallarás.

Aquella afirmación inesperada confundió al profesor. Karma, quien lo dijo serio, lo miraba fijamente como si esperaba algo por parte de él. Al no obtener respuesta, simplemente se enderezó y comenzó a caminar en dirección a su novia.

— Digno estudiante de Karasuma. — sonrió con sarcasmo — Por cierto, Manami me comentó que Kaede volvería en unas semanas a Japón, ¿no estás emocionado? Aunque seguro que ya lo sabías.

— Por supuesto, hablamos constantemente — dijo con inocencia.

— Y eso... ¿te emociona?

— Claro que sí, como a todos, Akari es una amiga muy importante.

— Oh, no sabía que la llamabas por su verdadero nombre.

— ¿N-no lo hacen todos?

— Que íntimos son ~ — y sin responder a la pregunta del peliceleste, Karma se fue.

Levemente sonrojado, Nagisa se cuestionó desde cuando llamaba a Akari de esa forma. No lo recordaba con exactitud, pero tampoco es que importase mucho: Kaeda, Akari o Haruna, todas eran una sola y él la quería por igual. Agarró su celular, escribiendo a la mencionada.

Nagisa: ¿Nos reuniremos cuando vengas, cierto?

Esta vez no tardó en recibir respuesta.

Akari: ¡Definitivamente!

¿Qué es el amor? [Nagikae]Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu