13. Que gane el mejor

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Yibo estaba encerrado en su cuarto con una copa en la mano que había vaciado en su boca hacía más de media hora. Su mente estaba concentrada en tratar de sentir a su omega, y debido a los supresores aquella tarea le era imposible, aún con sus sentidos desarrollados.

Con Ziyi y Haikuan habían acordado que, al hacer contacto con alguno de los omegas, se daría aviso al resto para acordar una reunión, aunque todo su plan quedó en el olvido cuando la brisa de la noche le llevó a sus fosas nasales la delirante fragancia de jazmín y vainilla.

"Mi omega" rugió gustoso Jun antes de lanzarse por la ventana y transformarse en el gran lobo blanco emprendiendo la carrera a la fuente del aroma internándose en el bosque de Luanzang. En poco tiempo pudo distinguir la sombra oscura de Xian corriendo a toda prisa entre los árboles, entonces aceleró el paso, con mucho esfuerzo pudo verlo en su totalidad. La luna brillaba dejándole ver la belleza del brillante pelaje y no pudo más que sentirse contento y orgulloso del lobo negro sacando la lengua, gustoso de correr por el bosque con su otra mitad. Cuando llegaron al claro ambos corrieron a la punta de la gran cascada donde había sido su primer encuentro y sin pensarlo, el lobo negro saltó al vacío mirando atento al lobo blanco invitándolo a seguirlo. Jun sonrió y se arrojó tras Xian sin dudarlo.

Zhan nadó a la superficie en busca de aire, apenas había respirado un par de veces cuando sintió los fuertes brazos de Yibo envolviéndolo en un firme abrazo por detrás. Zhan sonreía sin poder contenerse. Jamás había compartido con alguien una carrera, a Xian le encantaba correr por las noches, pero ahora al estar acompañado aquello había sido una experiencia de los más placentera.

Sin pensarlo se giró y enredó sus brazos en el cuello de Yibo que lo miraba embelesado.

-Tan hermoso mi omega- Jun y Yibo hablaron al mismo tiempo antes de reclamar los labios de Zhan en un beso apasionado y húmedo, sus lenguas pronto se encontraron y Yibo apretó aún más el agarre en la cintura del omega encantado de sentirlo totalmente desnudo contra su cuerpo.

-¡Por la Luna! Te necesito tanto- gruñó Zhan cuando sintió la excitación del alfa rozar con su cadera y se apretó aún más a Yibo enredando sus piernas a su cintura. Ya estaba completamente excitado y Yibo pudo percibirlo en su olfato a pesar de estar en medio del agua y con algo de dificultad guio su miembro a la entrada del omega. -¡Ah!- gimió encantado cuando se sintió invadido por el grueso miembro del alfa.

Acomodándolo en una saliente, Yibo recargó el cuerpo del azabache para comenzar a follarlo con rudeza, justo como les encantaba a ambos.

Zhan arqueó su espalda cuando sintió su orgasmo golpearlo dejando libre su cuello, cosa que aprovechó el castaño para enterrar sus colmillos en su glándula omega al momento de su liberación.

Apenas conteniéndose, ambos se arrastraron a la orilla. Cuando tocaron tierra firme, Yibo abrió las piernas de Zhan devorando el miembro del azabache mientras lo profanaba con dos de sus largos dedos. El omega pronto de deshacía en jadeos de nuevo, enredando sus dedos en la castaña cabellera de su alfa repitiendo una y otra vez el nombre de Yibo.

Cuando un tercer dedo resbaló libremente debido a los jugos del omega, Yibo abandonó el miembro duro de Zhan para lamer sus dedos ante la mirada del pelinegro. Zhan se incorporó para besar a Yibo, pues aquel acto tan sucio y desvergonzado lo hacía sentirse aún más excitado.

-Tómame otra vez, Alfa. ¡Ah! Te necesito tanto dentro de mí- Zhan gimió enredando sus piernas a la cintura de Yibo el cual no perdió tiempo y atendió la súplica de su omega se enterró en un solo movimiento ganándose un jadeo profundo de parte de su pareja.

-Tan necesitado, tan apretado- gruñó Yibo entre los labios de Zhan sujetando firmemente el inferior con sus dientes antes de comenzar a joderlo con un vaivén firme mientras succionaba con fervor uno de los pezones del omega hasta dejarlo rojo e inflamado siguiendo con el otro, exacto como sabía que le gustaba a su pareja.

DOMINANTESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora