45. Familia

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Un imponente alfa caminaba con suficiencia por las calles del reino ahora desiertas, la mayoría de los habitantes se estaban congregando en los alrededores de Yiling a la espera del nuevo alfa que había reclamado la corona. Cuando Wen Xu reconoció a Ayanga a lo lejos, de inmediato se percató de la energía que emanaba y el fuerte aroma a gardenia en el aire. Aquella imagen bien podía parecer perfecta e imponente para quien lo presenciara, pero aquello se desestimaba por el lobo gris con manchas doradas que revoloteaba alrededor del alfa como un pequeño cachorro jugueteando de un lado a otro y una mueca divertida en el rostro.

Wen Xu creyó que aquel lobo era un alfa adolescente por su forma de comportarse, pero pronto se dio cuenta de que era un omega, pues el fuerte olor a mentol que picaba su nariz provenía de aquel. Sus ojos no podían creer lo que veían, jamás había visto un omega en forma de lobo.

SuShe no podía creer su suerte. Transformarse en lobo se sentía increíble, sus sentidos se potenciaban haciendo que cualquier cosa tan insignificante como una hoja seca arrastrada por el viento se percibiera tan increíble y sin pensarlo comenzó a jugar con ella. Moverse con cuatro patas le proporcionaba una agilidad que le hacía sentir volar con el viento, por eso comenzó a correr y dar volteretas alrededor de su alfa. Su alfa. Lo había soñado, lo había deseado y a pesar de que no lo esperaba de pronto se encontraba ahí, con un alfa que era suyo y él perteneciendo a uno.

"¡CON UN DEMONIO!" rugió su alfa dentro de su cabeza "¡PUEDES QUEDARTE QUIETO POR UNA MALDITA VEZ!"

Por instinto, SuShe se encogió en su lugar sin evitar sentirse intimidado por el fuerte rugido que le martilló desde su interior. Su lobo agachó la cabeza. "Lo siento, alfa" gimoteó dentro de su enlace.

-¿Qué es eso?- preguntó Wen Xu señalando al lobo ahora quieto tras el alfa dominante.

-Es mi omega- gruñó Ayanga mirando de soslayo al lobo sin ocultar su inconformidad.

El lobo bufó por aquel comentario, después un insecto que volaba cerca de su oreja llamó su atención y volvió a perderse en esas nuevas sensaciones. Ayanga suspiró tomando el puente de su nariz hastiado por el comportamiento del omega.

-¿Tu omega?- Wen Xu por poco suelta una burla, pero los ojos dorados del alfa lo intimidaron haciéndolo contenerse.

-No hay tiempo que perder. Reúne a todos los alfas que puedas. Desafiaré al nuevo alfa por el liderazgo, necesito mostrar un frente fuerte -ordenó.

-¿Reunir alfas?- preguntó Wen Xu – ¿quién se atrevería a desobedecer al nuevo alfa? Todos escucharon el llamado y todos lo sienten en su interior. ¿Cómo podríamos convencerlos de rebelarse? Yo mismo... no puedo resistirme a su llamado.

Ayanga pensó un momento aquellas palabras. Bien él pudo liberarse de aquello, su determinación ayudó, pero ¿cómo hacer para que los demás lo consideraran una opción a parte de Yibo?

El instinto de lobo lo guio ante su predicamento, entonces dejó que su parte animal tomará el control, un enorme lobo dorado con mates grises aulló desde el fondo de su pecho de forma tan potente que atravesó todos los rincones. A los pocos minutos pudo sentir la conciencia de varios alfas que habían aceptado su llamado y sonrió satisfecho pues podía sentir que eran un número considerable.

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Jun y Xian continuaron su camino hacía Yiling, ambos lobos corriendo y jugando entre sí, disfrutando de la unión y la nueva fuerza en sus cuerpos.

Cuando llegaron al pueblo, regresaron a su forma humana, Yibo tomó a Zhan por el codo y lo acercó a su cuerpo – Mi omega es tan lindo y tan fuerte – dijo embelesado – Te amo tanto – y lo beso, se adueñó de los labios sintiendo la felicidad de su omega.

DOMINANTESWhere stories live. Discover now