Parte 2: El palacio de Gusu

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- Xichen, lo siento, aún no podrán verla - Lan Qiren sonó tranquilo, mientras el niño asintió, había ido a la habitación de su madre esperando tener suerte y poder ver a su madre, pero nuevamente recibió una negativa, así que se giró e inicio a caminar.

- Lo siento A Zhan, hoy tampoco podemos verla - Xichen acarició la cabecita de su hermano menor, que seguía sentado en una esquina del pasillo, estaba esperando desde la noche anterior para poder ver a su mamá, el niño más pequeño no se movió y permaneció quieto en ese lugar. Xichen lo conocía lo suficiente, como para saber que su hermano no se movería de ahí, así que iba a tratar de hablar con su padre para conseguir un permiso y ver a la reina, o al menos que se lo permitiera a Lan Zhan, Xichen lo entendía, pero su hermano no y se seguía aferrando a verla, pese a que esta tuviese una extraña enfermedad.

El pequeño de doce años emprendió su camino hacia su padre, el cual nuevamente escuchaba a médicos sobre la extraña enfermedad que tenía su madre y un nuevo fracaso sobre otra cura que no era beneficiosa.

- Mi rey el nuevo medicamento tampoco ha funcionado, me disculpo por mi ineptitud - el boticario hablaba con temor, nuevamente fracasaba en su misión de proteger al rey y la reina, mientras XiChen ingresaba a la oficina de su padre

- Investiga más, ¡Quiero resultados! - El rey elevo su tono de voz, pese a que no gritaba, ahora lo hacía más seguido, en especial si era un tema que involucraba a la reina. El boticario solo se giro acostumbrado a esto, hacia dos meses la reina había enfermado y nadie sabía de qué se trataba dicha enfermedad, ni la posible cura de esta y lo peor del caso es que dicha enfermedad se inicio a esparcir hace aun mes, generando una extraña epidemia en el reino de Gusu

- Padre - Xichen se acercó y este alzó la mirada - deseo un permiso para que A Zhan pueda ver a mi madre – El niño se inclinó ligeramente.

- No es seguro, puede ser contagioso- el rey hablo, volviendo a leer algunos pergaminos más, sobre los casos similares de la enfermedad que aquejaba a la reina.

- Pero tú no te has contagiado – XiChen argumento, ya que su padre si iba todos los días a verla.

- Xichen, es una orden, ni tú. ni tu hermano pueden acercársele hasta que se sepa que ocurre – El rey lo miraba fijamente, esa era una orden que XiChen no podía desobedecer, era el rey, era su padre - ¿Dónde está Qiren? ¿No deberías estar entrenando? – El rey parecía frustrado por la presencia del mayor de sus hijos.

-Respondiendo a sus preguntas, padre, tío está de guardia en la habitación de madre y ya acabé con mi entrenamiento – El pequeño informo ya que ya habían pasado sus dos horas de entrenamiento matutino.

- Entonces retírate a estudiar, junto a tu hermano, no quiero que vuelvas a solicitar verla nuevamente- El rey habló en tono serio.

- De acuerdo, me retiro padre - Xichen se inclinó y fue a reencontrarse con su hermano.

Le costó un poco hacer que su hermano se moviera de esa esquina, pero finalmente lo convenció para ir a la biblioteca, así los dos iniciaron a leer distrayéndose, Xichen le contaba historias y le ayudo a pintar algunos lienzos. Después de que se aseguró que su hermano se quedó dormido, al darle un té, él se retiró hacia su habitación, pero cuando cruzo por la de su madre oyó un golpeteo proveniente de esta, el guardia al parecer se movió del lugar, pese a la prohibición, XiChen se acercó y abrió la puerta.

-Madre ¿estas bien? – Preguntó mientras se acercaba, se oían quejidos de dolor, su madre había caído de la cama y estaba en el piso, XiChen se acercó cuidadosamente - ¿Qué te ocurre? – Pregunto levantando el rostro de su madre, la cara de su madre estaba de un color verdoso, XiChen con curiosidad toco el rostro, era carrasposo, no, la piel de su madre era escamosa.

Abismo acuáticoWhere stories live. Discover now