🔥MI DULCE DESTRUCCION🔥

🔥Capítulo 14🔥

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A la mañana siguiente cuando me desperté, estaba solo en la cama, Al parecer Jungkook me había tapado con una manta, porque no recordaba haberme tapado solo.

Tenía un ligero dolor de cabeza, pero no era nada que no pudiese soportar y arreglar con una aspirina.

Recordé el beso que le había dado a Jungkook en la noche y solo esperaba que él no lo recordase, Me arrastré por la cama hasta incorporarme del todo, y fue cuando salí del cuarto que oí una discusión en la habitación de Lisa.

Procurando que nadie me viese, me acerqué hasta su puerta y me sorprendió que Jungkook estuviese dentro.

—Ya te lo he dicho: no sucedió nada. Deberías confiar un poco más en mí — exclamó Jungkook.

— ¿Por qué estaba en tu cama, Jungkook?

—No…, no lo recuerdo.

— ¿Ves? —exclamó ella—. Pudo haber pasado algo.

—Solo sé que salimos de la fiesta, fuimos a la ribera y cuando llegué aquí tuve el impulso de beber.

—Absolutamente todo.

—Sí, pero con Taehyung no pasó nada, Ni siquiera sé porqué se encontraba en mi cama, Estaba demasiado borracho y dudo que el quisiera estar conmigo en ese estado.

—No soy idiota, Jungkook, los vi. Y en lo único que puedo pensar en estos
momentos es en el.

—Por favor, ahórrate todo el discurso que ya conocemos —pidió él.

Hubo un silencio incómodo hasta que Lisa habló:

—Quiero que seas honesto conmigo… ¿qué sientes por el? ¿Qué sientes por
Taehyung?

Mi corazón se aceleró. Sentí un nudo en el estómago al esperar su respuesta, Una parte de mí quería que él confesara lo que sentía por mí, pero otra estaba asustada porque temía lo que ya sabía.

— ¿Vas a contestarme? —preguntó Lisa—. ¿Qué sientes por Taehyung?
Nada,— Jungkook  hizo silencio y no dijo nada. Y ella insistió otra vez.

— ¡Está bien! —Mi ritmo cardíaco se detuvo y me acerqué un poco más a la
puerta—. No siento nada especial por el. Solo somos amigos, así que cálmate de una maldita vez que no pienso enamorarme de tu hermano, ¿está bien?

«No pienso enamorarme», la frase retumbó en mi cabeza y en segundos mi vista se nubló ante las lágrimas que comenzaban a quemarme los ojos. Entonces la noche pasada, sus brazos alrededor de mí y su súplica por quedarme a su lado no eran más que una mentira.

En ese instante rompí a llorar, no pude controlarme, Antes de que ambos salieran de la habitación, salí corriendo hacia mi cuarto y
permanecí allí todo el resto de la mañana, tarde y noche, hasta que Jackson golpeó la puerta avisándome que ya estaba la comida lista. Sin embargo no bajé, no tenía ganas de comer nada.