🔥Capítulo 15🔥

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Llegamos al hospital al cabo de media hora y entramos literalmente corriendo, Ambos estábamos muy preocupados, pero era Jungkook  quien estaba peor, puesto que parecía encontrarse al borde de la histeria absoluta.

En el camino tratamos de comunicarnos con Lisa o con Jackson pero se nos complicó, Ambos tenían audiencia esa mañana y ninguno atendía el teléfono.

Yo ya me estaba poniendo nervioso porque nadie nos atendía en la recepción de urgencias, A su vez, Jungkook estaba apoyado sobre el mostrador y se pasaba la mano por el cabello cada dos por tres.

— ¿Cuánto más van a tardar en atendernos? —preguntó con la voz ahogada.

—Ahí viene la recepcionista —dije.
Una rubia de unos 25 años, que desgraciadamente no apartó la vista de Jungkook en ningún momento, pasó por detrás de nosotros y se sentó en su sillón de oficina frente a una computadora de pantalla plana. Se puso sus anteojos y luego se dignó
de una maldita vez a voltearse hacia nosotros batiendo sus pestañas como una zorra.

— ¿Sí? ¿En qué puedo ayudarlos? —dijo.

—Estamos buscando a Maxie Jeon, ha entrado de urgencias como hace
20 minutos —explicó Jungkook al borde del pánico.

La rubia rebuscó entre unos papeles y sacó una pequeña carpeta. ¿Por qué
mierda era tan lenta?

—Sí, aquí está. Piso 6, sala de terapia intermedia, puerta H.

— ¿Terapia intermedia? —pregunté, asustado, Jungkook viró sus ojos hacia mí con una mirada que expresaba claramente su preocupación, y luego le preguntó a la rubia qué había sucedido.

— ¿Está fuera de peligro? —añadió.

Ella asintió.

—Sí, no se preocupen, El doctor Maurice los atenderá en cuanto suban.

Ambos asentimos al unísono y nos dirigimos rápidamente hacia el elevador.

Jungkook apretó un botón, y en segundos las puertas se abrieron y nos deslizamos dentro.

—No puedo creer que esto nos esté pasando —susurró él, llevándose las manos al rostro—. No puedo creer que el pequeño haya sufrido un accidente que lo dejara en terapia intermedia.

Dejó caer las manos a los costados de su cuerpo y apoyó su espalda contra el espejo.

Me mordí el labio con fuerza en cuanto atisbé sus lágrimas cayendo lentamente por sus mejillas y el corazón se me estrujó, Nunca creí que verlo llorar me provocaría tanta angustia. Y lo abracé, y él a mí, Y tal vez era lo único que podíamos hacer en ese momento.

Sentí sus brazos rodeándome con fuerza y su mentón sobre la coronilla de mi cabeza. Cerré los ojos y susurré algunas palabras:

—Vamos, Kookie, él va a estar bien.
Jungkook olía a jabón, siempre, A veces también a sudor y jabón juntos.

🔥MI DULCE DESTRUCCION🔥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora