(P.o.v. Toby)
Esa pregunta rondó en mi cabeza unos minutos, hasta que por fin me decidí a probar mi teoría. Subí las escaleras despacio para que no me oigan ya que preguntarían a donde me dirigía. Cuando llegué al segundo piso (El que ocupamos los semi-machos) y entré a mi habitación, dejé mis googles y mi bozal y subí las escaleras restantes para llegar al piso de las chicas. Busqué la puerta de _____(Tn) y la abrí lentamente, no traje mis hachas ya que quería probar mi teoría. Pero si esta no funcionaba haría lo que Insane aconsejó.
La ví dormida en su cama, me acerqué y le moví un poco el hombro. Me arriesgaba mucho, sí. Pero si esto funcionaba bien, todo riesgo valdría la pena. Sus ojos se abrieron lentamente y me dolió ver que aún eran negros. En segundos intentó ponerse de pie, pero la abracé con fuerza inmovilizándola.
-¡¡¡SUELTAME!!! ¡Me harás daño de nuevo! ¡Sabes que no fue mi culpa que muriera! –Comenzó a decir eufórica.
-_____(T.a) , soy yo Toby. Soy Toby. Toby. Toby. –Le repetí una y otra vez con su voz dulce. Enserio quería que funcionase. Se sacudió lentamente mientras lo decía, pero en un momento paró en seco.
-¿T-toby? –Dijo dudosa.
-Toby, soy Toby. Waffles, Hachas, Toby. –Dije ilusionado. ¡Estaba funcionando!
-¿¡Tocaron mis Waffles!? –Gritó. Estaba comenzando a volver en sí, solo que de una manera rara.
La abracé de la cintura mientras la sostenía en mi regazo. Le besé la mejilla repetidas veces hasta que se calmó.
-Soy Toby, Toby, Toby. _____(Tn), ¿Sabes quien soy, no?
-¡Toby! –Dijo sonrojada. ¡¡¡LO HABÍA CONSEGUIDO!!!
-¡_____(Tn) por fin eres tú de nuevo! –Le dí un suave beso en los labios haciendo que se sonrojara más.
-S-Sí. ¿Qué sucedió Toby?
Me fijé y sus ojos eran rojos de nuevo, y sus dientes también eran como antes. Había vuelto. ¡Descubrí como parar sus ataques!
-Tuviste uno de tus ataques hace como un día... y logré que vuelvas a la normalidad.
-¡Mierda! Hace como dos años que no me pasaba. –Dijo enfadada.-E-eh ¿Me sueltas?
-Ni en broma. ¡Quiero festejar! –La tomé como princesa mientras ella reía y baje las escaleras hasta el primer piso donde estaban todos aburridos.
-¡Me harás Waffles ahora mujer! –Grité divertido. Enserio había extrañado como los cocinaba ella.
-¡Bueno! Pero bájame en la cocina al menos. –Dijo entre risas.
Los demás se giraron como si su cabeza no estuviera pegada a su cuerpo, y nos miraron atónitos.
-Así me gustan, obedientes. –Le respondí con un tono machista.
La solté en la puerta de la cocina y me dio un suave beso en los labios, saludó a los demás que seguían sorprendidos con la mano y entró a hacerme mis Waffles.
-¡¡¿¿Cómo hiciste para que vuelva a ser normal??!! –Gritó Slender aún perplejo.
-A mi manera, algún día les explicaré. ¡Y mi teoría funcionó! Pero quiero que me digan quién causó que tenga el ataque. –Miré sospechosamente a los chicos.
-¡Fue el maldito ciego! –Gritó furioso Jeff.
-¿Qué hiciste Eyeless? –Pregunté con tono amenazante a Jack que estaba sin su máscara.
-Y-yo... solo le dije algunas cosas...
-¿Qué cosas? –Ahora el que sospechaba era Slender.
-Le dije que era un demonio que nos mataría a todos... y le dije monstruo, solo eso. –Dijo tranquilo. Mi cuello hizo su característico Crack.