Your Secret Is... //USA×Perú//

Capítulo treinta y cuatro : Dos más a la lista.

— Amor — Susurraba Rusia, dolido por ver a su pareja inconsciente en la cama del hospital.

Había estado todo el día al lado de México, esperando por que despertara.
Pero por más que rogaba y decía cosas tiernas y dulces... México no abría los ojos.

— México... por favor — Seguía el ruso tomando suavemente su mano —. Debí estar a tu lado. Perdoname porfavor..

— Rusia — Dijo USA ingresando a la habitación viendo a su amigo al lado de la cama — Mierda que pasó...

— No lo sé — Aclaró su garganta, logrando que su voz se estabilice — Lo encontré... Gracias a la ubicación que me diste. Estaba grave, recibió varios golpes, y dos disparos. Hasta ahora no ha reaccionado, pero los médicos ya han dicho que esta estable.

— México — Susurró USA al otro lado del mexicano — Mataré a los malditos que te han hecho esto.

— Puedes... estar con él un rato? — Preguntó Rusia — Quiero tomar algo de aire...

— Claro... no te preocupes, Perú y Aster están fuera. Quedate con ellos un momento, te aviso si despierta, okey?

— Gracias — Dijo en voz baja saliendo de la habitación, encontrándose con Perú y el pequeño Aster dormido en sus brazos.

Perú, estaba sentando en un asiento, y a penas salió Rusia, le preguntó cómo estaba México.

Rusia le respondió lo mismo que a USA, pero también añadió como se hallaba él. Dijo que no se hallaba bien, que quería llorar, pero no podía... Que en vez de poder hacerlo, solamente le ardían fuertemente los ojos. También mencionó que sentía algo extraño en su cuerpo, pero no sabía que.

— Tienes ganas de vomitar? — Preguntó Perú tomando una mano del ruso.

— C-Creo que sí... Fue muy duro verlo así. Estaba muerto, Perú, tuve miedo.

— Tranquilo, no paso nada grave, felizmente. — Se levantó con aster en Brazos — Esperame un momento aquí.

Ingresó a la habitación, dándole a USA al niño, mencionandole que llevaría a Rusia a calmarse un poco.
El norteamericano no tuvo problema alguno en aceptar, el también había visto al europeo muy mal y quería que se recuperara.

Los dos se dieron un beso, y USA terminó quedándose con aster, mientras Perú acompañaba a Rusia por algo de agua.

Después de un rato, Aster se levantó, viendo a su tío, USA.
Volteo la mirada, y vió también a Mexico en la camilla.
Comenzó a lloriquear, puesto que quería que el mexicano le diera un abrazo, diciéndole que estaba bien.

USA tuvo que calmarlo, acariciando su cabello, mostrándole que estaba bien y que lo peor ya había pasado. Solo hacía falta que despertara.

Mientras, afuera. Perú y Rusia estaban en la cafetería, tratando de relajarse un poco.

— Tomalo sin apuro — Dijo Perú refiriéndose al té que tenía Rusia, mientras él comía un pastel de chocolate — El ya está mejor, tranquilo.

—. Fue horrible — Susurró Rusia —. El... Solo estaba ahí, en el suelo, perdiendo demasiada sangre.

— Mierda Rusia, no aguantas nada — Mencionó el latino con una sonrisa.

— No me entiendes...

— Sí te entiendo —. Respondió dando palmaditas en la mano del ruso — Pero lo único que puedes hacer ahora, es estar a su lado. Es duro ver a alguien que adoras semi muerto... Lo sé porque sentí lo mismo cuando España le metió plomo a USA. A pesar de la inmunidad que tenemos... El miedo aun está ahí.