Perdida de mi autocontrol

3.2K 97 12
                                    

Esa noche me masturbe a más no poder pensando en lo que quería, lo que mi mente y mi cuerpo necesitaba, pero no era lo mismo. Traté de dormir sin éxito hasta que escuche una voz, su voz de ella, mi pecho sentía escalofríos, mi cabeza comenzaba a dar vueltas, me levanté, sali del apartamento y toque su puerta.

-No tardaste nada, debes estar desesperado ¿no? Entra perrito.

Con tan solo oír que me dice perrito me calentó más, sin pensarlo me senté en la cama de ella y sentía su mirada dominante.

-Así que... Si has venido a mi, no creo que sea por una visita formal y menos a estas horas ¿no? ¿Que necesitas, que deseas, que es lo que requiere tu mente, tu cuerpo?

-Yo... Yo vengo... A... a... Ne... Nece... sito... Quiero...

-¡Exijo una respuesta ya!

-¡La necesito a usted Ama, quiero que me haga suyo como lo ha hecho, a la fuerza, que me profane, como usted quiera, que me quiebre mentalmente!

No supe cómo salio esa respuesta de mi mismo, pero al revelar mis intenciones el rostro de ella esbozó una sonrisa que poco a poco se tornó en un rostro de miedo.

-Vaya... No tardaste mucho en caer a mis encantos y sugestiones, eso me encanta, a partir de ahora serás mi perra personal, te haré mi esclavo sexual y te gustará.

Se acercó a mí y me susurraba cosas que me excitaban, me hablaba rudo y eso me calentaba más y más, metia su mano por debajo de mi playera y me arañaba lentamente por delante y detrás, me acariciaba el pene de una forma en la que me sentía indefenso, y eso me ponía más cachondo has hacer que soltara gemidos como un chico débil y sumiso, en lo que me estaba convirtiendo, me mordia la oreja y el cuello poco a poco hasta que me acostó en su cama, yo la miraba y en su rostro había una expresión de rudeza y se notaba que sería lo más agresiva conmigo posible.

Poco a poco me retiro la playera y me desabotono el pantalón y me besaba con una pasión y fuerza que hacía que mi cabeza diera más vueltas, el placer en mi cabeza aumentaba, mi respiración se descontrolaba, de repente ella me esposo a la cabecera de su cama y me dejó desnudo a su merced.

Se levantó y se colocó un strap on y al verlo las piernas me temblaban, por una parte sentía miedo por ser destrozado por un arnés grande pero por otro mi corazón se aceleraba al imaginar siendo profanado por una chica. Y sin perder tiempo lubricó el pene de plástico con el que poco a poco me penetró hasta hacerlo de golpe mientras yo soltaba gemidos de dolor y placer que me avergonzaban y me prendian.

-Si... Si Ama, por favor... Folleme... Violeme... Aaahhh!!! Duele... Más! Por favor... Aahhh!! Me corro!! Mi pene... Aahhh!!

Me sentía indefenso y sometido ante las acciones de mi ama Alice, pero no quería que parara, eso se haría un vicio, en mi cabeza me sentía inmovilizado, mi consciencia estaba atada de manos y pies, mi inconsciente era el que disfrutaba de la forma en la que estaba siendo quebrado mentalmente y físicamente, pero me gustaba, así se sienten las mujeres cuando un hombre las viola, pero es una mujer la que me viola... Y me gusta...

Controlado por una... ¿extraña?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora