- T/n me ayudas? - regresaste a ver a el gemelo de pelo color durazno.
- a qué? - viste con duda las naranjas que tenía en mano.
- jugo - viste como agrando su sonrisa al decir esa palabra - le aremos el desayuno a mamá.
- a Nahoya no le sale por qué le sigue echando las cáscaras de la naranja - souya lo miro con molestia mientras preparaba una mescla para panqueques.
- bien - te paraste de el banco que había en la cocina y te acercaste a Nahoya - tu pela las naranjas y yo preparo el jugo.
Te dedico una sonrisa y se dispuso a hacer lo que le habías dicho.
- toma - te mostró el plato con las naranjas mientras te veía con una sonrisa.
- tráeme agua para el jugo - dejo el plato en tus manos y fue por el agua que le habías pedido, echaste los trozos de naranja ya pelados y le echaste azúcar para que no quedará ácido.
Le echaste el agua que te había traído.
- Nahoya no le eches las cáscaras - lo regañaste viendo cómo le seguía introduciendo las cáscaras a la licuadora.
- no importa, todo se come - aprovechaste el momento cuando se volteo para sacar las cáscaras, encendiste la licuadora antes de que se diera cuenta de lo que habías echo.
Souya solto una leve risa, el si había visto lo que hicistes, lo que tú lograste en pocos minutos, mientras el antes le exigia a Nahoya que las sacará.
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- listo! - souya sonrió levemente ál ver el plato de panqueques en la mesa, a decir verdad le salían mejor que a ti.
A ti te salían, crudos, quemados, secos, duros, pero nunca decentes, te dió envidia.
- ya acabamos! - Nahoya se estiró en su lugar viendo lo que habían "hecho".
- Nahoya tú no hiciste nada - lo miraste de mala gana, había echo de todo menos ayudar, casi te corta un dedo con la licuadora, quemó 3 panqueques al ententar hacerlos el, se comió la mitad de las fresas que se suponía era de los panqueques, pero a un así el sentía que había echo mucho, lo tuvieron que entretener dándole la cuchara de la mescla de los panqueques para que la chupara.
- buenos días~ - divisaron a la mamá de los gemelos en la entrada de la cocina, se sorprendió al ver la mesa llena de comida, huevos revueltos, jugo de naranja, café, tostadas, panqueques y yogurt con frutas.
- buenos días!! - la saludaron más animadamente.
- que hermoso, ustedes lo hicieron? - los miro un poco sorprendida, y no era por qué cocinarán, se sorprendió al descubrir que Nahoya estubo todo el tiempo presente en la cocina y no había nada quemado, roto, o ya de plano muerto.
- y a todo esto, a qué se debe este detalle a su mamá - preguntaste mientras mordias la tostada que tenías en tu plato.
- es su cumpleaños - te atragantaste con la tostada que tenías al escuchar a Nahoya, a tu lado souya te pegaba levemente en la espalda haciendo que resivas aire anteriormente perdido.
- yo no sabía, y no le traje nada, por qué no me dijeron? - los miraste con un puchero, te sentías mal a el invadir su casa casi todos los días y que no trajeras nada en su cumpleaños - me unieran dicho.
Miraste a tu novio con una mirada triste, el depósito un beso en la comisura de tus labios haciendo que te tranquilizaras.
- el año pasado no lo celebraste con nosotros, pero el mismo día de mi cumpleaños souya me dijo que comenzaron a salir - su mamá te regalo una sonrisa - ese fue el mejor regaló, espero que se sigan amando cómo lo hacen ahora.
Escuchaste en un susurro como dijo: "y que me den nietos", soltaste una risa asintiendo, souya fácilmente era comparado a un tomate al escuchar a su madre y tu respuesta afirmativa.
