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Celine respiró hondo y guardó las manos en los bolsillos de su pantalón. Al igual que el día anterior, había regresado a Future a la hora del último descanso de San y se había quedado allí luego de que este retomara su trabajo; después de todo eran solo un par de horas antes de que su jornada terminase y el tiempo de ellos comenzara.

La chica tenía su espalda reposando contra la pared y mantenía una feroz, pero serena, mirada. Al igual que el día anterior, San había pasado su tiempo libre junto a ella bromeando y charlando de lo que había sucedido mientras no estaba allí. Celine verdaderamente disfrutaba de cada segundo que el chico sonreía y parecía decir cosas incoherentes; jamás había conocido a alguien tan puro.

Sin embargo, en cuanto su descanso terminó, San regresó a su labor y su atención volvió a Teena. Al igual que el día anterior.

¿En serio llevaba solo un día allí?

Los ojos de Celine volvieron a enfocarse en ambos, quienes trabajaban concentradamente en la sesión de fotos junto a una modelo. San estaba frente a la chica, quien tenía una seria expresión y modelaba la nueva línea de ropa de la empresa para la que trabajaba, y Teena se encontraba tras ella, encargándose de la iluminación.

Celine podía apreciar a la perfección la forma en que sus pupilas se conectaban y, sin necesidad de palabras, ambos se movían en sincronía. No había forma de que ese fuera su segundo día.

Un nudo se formó en su estómago y aquella incómoda sensación volvió a invadir su cuerpo. Por supuesto que había forma. Celine mordió su labio y apartó la mirada unos segundos, respirando hondamente y frunciendo su ceño. No podía comprender lo que sucedía en su interior, ¿qué demonios estaba pasando con ella?

Entonces, su atención regresó por reflejo a ellos en cuanto escuchó la risa de San cruzar el estudio. Su atención quedó de inmediato sobre los tres presentes, quienes sonreían alegres de haber terminado la sesión. La chica hizo una leve reverencia con la cabeza y luego se despidió de ambos, dejando el lugar.

—Buen trabajo con las luces. —San murmuró.

—Fue una gran idea la de utilizar los ángulos horizontales. —Teena respondió con una sonrisa.

San sonrió y apartó la mirada levemente, como cada vez que alguien halagaba alguna de las decisiones que tomaba. Entonces, volvió sus ojos a ella y ladeó su cabeza.

—Te dije que te acostumbrarías rápido.

Teena sonrió y luego la mirada de San se posó sobre Celine. De inmediato, la sonrisa del chico se ensanchó y sus ojos se iluminaron, justo antes de caminar hasta ella. Celine sonrió levemente, sin poder pasar por alto la mirada de la chica por sobre el hombro de San. En cuanto hicieron contacto visual, aunque fuese por tan solo unos segundos, Teena le regaló una sonrisa y continuó su camino.

Celine sintió una molesta corriente recorrer su cuerpo y mordió el interior de su mejilla.

—¿Qué haremos hoy?

Enseguida, su atención regresó al chico frente a ella. Sin embargo, a pesar de haber hecho contacto visual con sus ojos favoritos, aquella sensación continuaba en su interior. No comprendía el porqué, pero la presencia de Teena jugaba con sus nervios.

— Yo... —Celine hizo una pequeña mueca y acabó por sonreír sin ganas—. De hecho, no puedo hoy. Tengo... algo que hacer en mi departamento.

La ilusión en el rostro del chico desapareció lentamente y su ceño se frunció un poco, confundido.

—Oh... claro. —Sonrió—. ¿Qué es? Si quieres puedo ir a ayudarte y-

—No, tranquilo. —Le detuvo—. Tan solo... necesito regresar.

BEYOND | Choi SanWhere stories live. Discover now