Coherencias Delirantes (EN PROCESO)

Manipulando a Maquiavelo

Ríe. Esboza con delicadeza el arte de estar roto y ser un inverosímil precursor de la pseudo-alegría.

Llora. Presume de tus desgracias o rompe por exceso. En cualquiera de los dos casos te verás débil.

El amor por lástima es el peor tipo de amor qué existe.
La Humanidad merece la Lástima del Universo.

Sí tu mundo es 4 hexágonos, vives feliz.
Los 4 hexágonos pueden ser comprendidos y el exceso de comprensión suma Ignorancia.

Sí tú mundo es el mundo, no vives.
Comprender es el arte de cargar cuál Atlas la comprensible Ignorancia ajena.

Manipular es de débiles qué recurren a embustes por falta de pantalones. Aunque en las tiendas sobran. Quizá sean pobres de carácter y no se permitan tal lujo.

Hablar de frente. Sin tapujos. Develando tus cartas porqué es arriesgarse o fallar, y la vida es ajedrez truncado no póquer o barajas, eso dicen los débiles qué es de débiles.

Las Historias de Leones las cuenta el Cazador.
¿Y sí el león no quiere historias?
¿Porqué habría de engradecerse el cazador cuándo ya no queden leones?
Entonces es tonto cazarles.
La muerte los lleva a ambos por igual.

Maquiavélico Príncipe es el Destino, algunos acusan a Dios, otros al Karma, la cienciología y los agnósticos debaten por el trozo de pastel intentando no raspar el ya podrido merengue teológico.

Sino no es cualquier camino.
A veces ni se hace camino al andar.
El hilo rojo se entrelaza demasiado con la torpeza de un Sádico Eros qué se sacia de fallar por el miedo a fallar.

Maquiavelo: El fin justifica los medios.

Destino: Los medios encarecen el alma. El fin es el mismo.