Capítulo 31

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Lucía

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Lucía

El salón había quedado perfectamente decorado. Desde las escaleras que daban a la entrada, con luces blancas y azules. Se había dividido en dos partes, dejando el medio como pista de baile y hasta el final el escenario donde ya estaba la banda que habíamos contratado.

Había costado un ojo en la cara todo esto. Especialmente porque era una universidad privada, yo sabría de eso, ya que entre mi hermana y yo trabajamos lo suficiente para poder pagar la matrícula durante todos estos 4 años. Y aun así seguía sorprendiéndome que lo hubiéramos logrado.

Las mesas circulares estaban decoradas con los tonos plateados y azules que iba llevando la recepción, cada mesa incluía un centro de mesa bastante hermoso, hecho de flores azul con blanco y unas luces de fantasía alrededor del jarrón. Ya casi podía ver a los demás estudiantes ansiosos por llevárselos. De hecho, vi a un chico de primero que estaba agarrándolo de la mesa, ¿pero que le pasaba a este? ¡Ni siquiera había empezado la fiesta aun!

Me detuve en su mesa con los brazos cruzados, mi mirada directa en él y amenazante. No había pasado incontables días haciendo esta decoración para que cualquier tío decidiera arruinarlo al primer minuto.

—¿Qué crees que estás haciendo? —solté alto, ya que la música estaba fuerte. El chico enseguida me volteó a ver, se sonrojó y devolvió el adorno a la mesa.

—N-na-da solo viendo.

—¿Ah sí? Porque a mi me pareció ver que te querías llevar el centro de mesa.

—N-no no, yo no... —tartamudeó.

—Ahórrate tus excusas baratas y mejor vete a perder o algo —solté moviendo mi mano. El chico asintió con sus mejillas aun ardiendo.

—Supongo que no es una graduación oficial sino te veo a ti aterrorizando a alguien —habló cerca de mi oído Daniel. Me volteé a verlo.

—No estaba aterrorizándolo —alcé mis hombros —. Solo le di una advertencia.

—Claro y a mí me encanta seguir las reglas —sonrío perspicaz, yo rodeé mis ojos.

¿Por qué de todos los momentos en los que podía llegar, tenía que ser justo en este?

No habíamos llegado al salón juntos debido a que tenía que arreglar unas cosas antes en el salón, como revisar que no hubiera idiotas llevándose los centros de mesa. Daniel me trajo, pero tuvo que regresar a la casa de la fraternidad a arreglar algunas cosas de su fiesta, prefirió llegar a la fiesta cuando iniciara, pero claro que llegó en el mejor momento.

Revisé mi reloj, notando que ya empezaban a llegar todos los invitados. Entre estos, debía llegar mi hermana con Gaby. Llevé a Daniel a una de las mesas que teníamos apartadas, él se iba a sentar en nuestra mesa debido a que su padre no podría llegar. Al parecer tenía una filmación muy importante que hacer y no pudo llegar.

La Lección de Odiarte | COMPLETA |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora