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Narra Ninah

Luego de que él desapareciera de la sala, recorrí la casa en búsqueda de una puerta o una ventana por la que me pueda escapar. Al encontrar una ventana abierta en la cocina, tome un papel y rápidamente escribo dejándole un mensaje.

Estúpido, enfermo, jamás aceptaré tu trato. Me largo.

Lo dejó en la mesa y salgo rápidamente por la ventana. Después de salir de ese lugar me siento tan libre que lo único que llega a mi mente es corre, correr como nunca antes lo había hecho. Corro por todos lados, mientras me dejó llevar por la brisa.

Después de unos cuantos minutos, detengo mis pasos al sentir mi teléfono sonar.

Buenos días, ¿Hablo con Min Ninah?

—Sí, soy yo— respondí, mientras intento mantener la compostura.

—Le hablo del hospital central. La estamos llamado por...

—¿Qué ocurrió?— siento como mi corazón se detiene por un instante.

—Su madre está aquí.

Al escuchar eso, dejo caer mi celular para nuevamente comienzo a correr mientras las lágrimas caen por mis mejillas. Me detengo a unas pocas cuadras y cautelosamente miro hacia ambos lados.

No reconozco este lugar. Con precaución, me aproximo a una de las tiendas del lugar, en esta se encuentra una señora mayor que vende algunos postres.

—Disculpe, ¿Qué punto de Seúl es este?

La anciana deja la pequeña caja de pastel en la vitrina y comienza a reír por lo que acabo de decir.

—¿He dicho algo gracioso?— preguntó confundida.

—Cariño, estás en Busan.

Aquella respuesta me deja totalmente atónita sin saber qué decirle aquella mujer. —Yo...yo no se...

—Si quieres llegar a Seúl, toma este autobús —indica con una pequeña sonrisa.

—Gracias— digo con una leve sonrisa.

Salgo del lugar para dirigirme a la parada del autobús. Saco unas monedas que milagrosamente están sueltas en mi bolsillo y pago el pasaje para recibir mi ticket. Al tenerlo, me subo al autobús y me siento en el lugar que encuentro disponible y me acomodo para las horas de viaje que me espera.

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Cuando al fin llegue a Seúl, busque otro autobús que me sirva para ir al hospital. Por suerte llegué al terminal, lo que facilitaría tomar uno que fuera hacia donde está el hospital.

Aproximadamente media hora me tomo llegar al hospital. Al llegar me bajo y voy lo más rápido posible al ala en donde se encuentra mi madre.

—Buenas noches... recibí una llamada diciendo que mi madre está aquí, necesito verla.

La enfermera que se encuentra en el computado me pide los datos de mi madre para verificar si se encuentra en la base de datos.

—Así es, la señora Min Hanuel se encuentra acá, ¿Usted es su hija?

—Sí.

—Siga está en la habitación 112.

—Gracias— camino rápidamente en busca de su habitación, hasta que por fin la encuentro.

Amor o ContratoWhere stories live. Discover now