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Narra Ninah

Debo aceptar que estoy muy cansada, el vuelo duro aproximadamente diecinueve horas con veintiún minutos. Pero se puede decir que fue más de lo esperado. Creo que no solo hay que contar las horas de vuelo, sino sumar todo.

Según lo que pude ver en los folletos del avión, acá en Maldivas son cuatro horas menos que en Corea, esto me pareció interesante, nunca pensé que podría estar en un lugar que tuviera diferencia de horario. En realidad nunca pensé que podría salir del país.

Al llegar al hotel Jimin se encargó de registrarnos, por ello tuve que entregarle nuevamente mis documentos.

Un señor me entrego una bebida y con temor la acepté, tome un poco del líquido color azul, este me gusto más porque es algo dulce y no sabe tan fuerte a las otras bebidas. Mientras espero a Jimin, yo camino por el lugar viendo algunos detalles del hotel, se ve que no es muy grande, hay mucho silencio a pesar  de ver una que otras personas.

—Ninah— volteo cuando escucho que Jimin me llama —por acá está la habitación.

Dejo la bebida en una de las mesas  para así poder seguir los pasos del peli negro. Qué repito suele ir muy rápido.

Caminamos por un puente de madera que nos dirige a la habitación. Puedo ver algunas de las casas están ocupadas, pasamos unas tres casas más y finalmente llegamos a la de nosotros.

A comparación de las demás casas está se ve que en un poco más grande, al entrar dejamos las cosas a un lado de la sala. Jimin decide ir hacia la parte de afuera, mientras que por mi parte decido dar un pequeño tour por la cabaña.

Observo que hay una pequeña sala y en una de las mesitas encuentro una botella de champaña junto con un ramo de flores y algunas frutas. Tomo la pequeña tarjeta que se encuentra en el ramo de flores.

El mensaje supongo que está en inglés, así que dejar la tarjeta en la mesa y continuo con el recorrido. Bueno pequeño recorrido.

Después de dar el pequeño tour por la cabaña, decido ir hacia donde está Jimin. Me asomo en la entrada hacia la parte trasera de la cabaña y veo que estás  acostado en uno de los sillones mientras tiene su brazo cubriendo su cara.

—Jimin — digo en un tono bajo—solo hay una cama...¿Cómo vamos a hacer?

—Pues nos toca dormir juntos o que alguno duerma en el sofá — comenta mientras se para del sillón.

—Y por favor deja de hacer tantas preguntas— dice mientras ingresa a la cabaña. —Iré a darme una ducha.

Él se fue y me quedé unos minutos más admirando todo. Pero esta vez desde afuera. Es un lugar muy tranquilo, afuera hay una piscina y unas sillas que están dentro del agua, también hay pequeños sillones de mimbre al rededor.

Camino hacia la pequeña choza y observo que hay un comedor y a mano derecha una escalera. Con cuidado las bajo y observo que te lleva a la playa, me siento en uno de los escalones y me pongo a jugar con el agua, la cual está fría.

Subo nuevamente y me siento en una silla que está afuera esperando a que Jimin salga y así poder ir a darme un baño y quitarme un poco el cansancio que tengo encima.

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Aproximadamente una hora estuve esperando que Jimin saliera, pero nunca lo hizo. Cuando fui a ver este estaba dormido en la cama, di un pequeño suspiro, tome mis cosas y me dirigí al baño.

Después de veinte minutos salgo con una toalla en la cabeza, me asomo en la habitación y observo que Jimin sigue dormido. Vuelvo al baño para terminarme de arreglar con tranquilidad ni apuro. Seco mi cabello y también aplico algo de crema en mi cuerpo.

Amor o ContratoWhere stories live. Discover now