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Narra Ninah

Algo sucede, está haciendo más frío de lo normal. Me cubro un poco más con las cobijas mientras veo una serie. En eso siento que mi celular emite un sonido, por lo cual detengo la serie para así atender la llama.

—Buenas noche Ninah— escucho la voz de Jimin.

—Jimin, ¿Cómo estás?— pregunte sentándome mejor en el sofá.

—Bien, ahora iré a reunirme con los nuevos clientes— hablo en un tono calmado.

—Oh, espero todo salga bien— sonreí.

—Qué linda, ¿Tú, cómo estás?— pregunto.

—Mmm...bien, con frío y deseando que sea viernes para que llegues — digo lo último en un tono bajo.

—Qué tierna debo irme...te llamo mañana.

—Adiós, Jiminie.

—Adiós...te amo

Cortó rápidamente y yo reí porque siempre hace eso. Pero es lindo escuchar eso, pero me gustaría que no solo lo diga por teléfono.

Deje el teléfono a un lado y continúe viendo la serie, está en la mejor parte, así que no me quiero perder nada.

•⁃•⁃•⁃•⁃•⁃

A las diez y media apago el televisor y subo a mi cuarto. Si bien suelo dormir con Jimin, cuando él no está no me gusta usar su habitación, al ser grande suelo sentir más sola, así que prefiero usar la mía y tampoco me siento tan sola en esa cama tan grande.

Me meto bajo las sábanas y me acomodo para después cerrar los ojos y podré descansar.

Observó que estoy en medio de la carretera, está sola, no hay nadie en esta, la neblina dificulta un poco la vista. A lo lejos observo un cuerpo, temerosa camino un poco más hacia este y observo que es mi madre, está al verme se da la vuelta por lo cual decido llamarla.

—¡Omma espera!— digo mientras corro detrás de ella —¿Por qué escapaba de mí?

Mientras corro por tratar de alcanzar a mi madre, veo que mi padre aparece en el camino.

—Appa—digo sorprendida al verlo de pie —appa vamos con omma, ella tiene que verte de pie.

—Omma no está.

—Claro que si acabo de verla—digo emocionada al verlo hablar y caminar. —Ella estará feliz de verte así, caminando y hablando— digo abrazándolo.

—Ella no es real, yo tampoco lo soy.

—¿Qué?—digo con mi voz quebrada.

—Estás sola Ninah— dice mi padre mientras se aleja poco a poco.

—Siempre lo estarás.

Ahora estoy en medio de la carretera sola, llorando desconsoladamente, miro a todos lados tratando de encontrar algún camino familiar, pero es imposible. Escondo mi cabeza, entre mis piernas y continuo llorando.

Siento unos brazos rodearme, y alzo mi cabeza encontrándome con el rostro de Jimin. Este me regala una sonrisa mientras retira mis lágrimas.

—No estás sola Ninah, estoy aquí contigo—dice y deja un beso mi frente.

Abro mis ojos de golpe, me siento en la cama respirando hondo. Al igual que los otros sueños, estoy sudando y con lágrimas en mi rostro.
Este sueño tiene atormentándome por seis meses.

Amor o ContratoWhere stories live. Discover now