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Narra Jimin

Estoy con el control remoto entre mis manos, paso las opciones de películas o series en repetidas veces para encontrar algo que me guste.

Encuentro algo que llamo mi atención y cuando estoy por darle play, siento la voz de la mocosa detrás de mí. Acepto que verla me pareció bastante extraño, ya que desde nuestra discusión de ayer no me había vuelto hablar.

—PJ—pronunció con cierta timidez en su voz.

—Dime— hablé sin dejar de mirar la serie que esta iniciando.

—¿Podrías acompañarme al hospital?

—¿A ver a tu madre?— voltee a ver su rostro, que permanece mirando sus zapatos.

—Le dan el alta el día de hoy y no tengo a nadie que pueda ir por ella.

—Te dije que no puedes tener contactos con tus padres.

—Lo sé, pero es sólo por esta vez. Además necesito darles una explicación por la cual no estaré ni me podré comunicar con ellos por un tiempo.

—¿Les dirás lo del secuestro?— reí

—No, claro que no— acomodó sutilmente su cabello. —Sólo quiero ir a retirar a mi madre, buscar algo de ropa y darles una explicación.

—Aquí tienes suficiente ropa— rodee los ojos.

—No es lo mismo. A demás, solo tengo dos mudas de ropa— negó con la cabeza.

Miro la ropa que trae, un día que salí le compré ese mono, la chica desde que llegó estuvo más de tres días con la misma ropa.

—¿Crees que con tu comportamiento mereces ir?

De un momento a otro, ella se arrodilló en frente de mí y junto sus manos en forma de súplica.

—¿Qué haces? — la observé sorprendido.

—Por favor, déjame ir— con sus manos juntas la mueve lentamente.

—¡Levantate, niña!—  la jalé del antebrazo —No seas ridícula.

—Prometo  hacer lo que sea lo que me pidas, si me dejas ir donde mis padres. Realmente necesito verlos— suplicó, con los ojos cristalizados.

—Aish....bien, pero solo tienes dos horas. Ni un minuto más.

—Gracias— hizo una reverencia. —Iré por mis cosas— desapareció rápidamente de mi vista y sentí sus pasos al subir las escaleras.

Mientras espero que la mocosa regrese, apagué el televisión tome mis cosas y me dirigí a la entrada principal.

—¡Apresúrate!— alcé la voz.

—Estoy lista— se detuvo a mi lado con una enorme sonrisa.

Permanecí unos instantes inmóvil, observando su rostro lleno de felicidad. Me dificulta  entender, por qué el hecho de ver a sus padres le provocaba tanta alegría.

Yo jamás en mi vida he  experimentado ese sentimiento, me molestar estar cerca a mi padre, estar con mi madre y mi germs me hacen sentir bien, pero tampoco me genera esa felicidad.

—¿Pasa algo?

—No, nada — tosí —vamos dije mientras caminaba hacia el carro.

Durante el camino a Seúl , no podía dejar de pensar que lo que estoy haciendo es totalmente incorrecto. No debería haber cedido a este favor, está claro que si cedí esta vez, lo volverá hacer en una próxima. Creo que debo ser más exigente con ella y no dar mi brazo a torcer.

Amor o ContratoHikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin