4.

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Siento como una luz me da en los ojos, así que termino abriéndolos con pereza. La luz se ha filtrado a través de las cortinas color arena.

Me quiero mover, pero todo me duele. Giro a mi derecha esperando ver a mi novio, pero no está. Una puerta se abre, y de él sale Douglas vestido con un traje gris.

— Buen día, preciosa.

— Buenos días.

— Tengo una reunión, tardará un par de horas. Si gustas puedes esperarme en la alberca o playa, en cualquiera de esas opciones me avisas donde estarás, tenemos muchos planes para hoy —me guiña el ojo.

— Genial, llamaré a Brenda —digo buscando mi celular.

— Nos vemos luego —se acerca a mi, y me da un beso. Un beso cargado de pasión, pues tardamos unos segundos allí.

— Cuídate, Douglas.

El asiente, y desaparece por el pasillo. Un beso bastó para mojarme de esta forma. Un beso de mi novio.

Tomo mi celular y le llamo a Brenda. Son las once, ya debería estar despierta.

— ¡Buen y hermoso día, pequeña conejilla!

— ¿Conejilla?

— Pase a las diez a tu habitación para que fuera recibirá por un hombre de dos metros. Imagino que no puedes caminar, así que vine al lobby a rentar una silla de ruedas.

— ¡Cállate, Brenda! —me rio.

— Vamos a tomar el sol, te espero en la alberca principal. Ya tengo puesto mi bikini.

— Te veo allí.

Tomo una ducha rápida, y salgo desnuda para ver qué ponerme. Me decido por un bikini de dos piezas color azul marino. Arriba del bikini me pongo un short y un kimono blanco. Mis sandalias color arena, y mi pelo lo trenzo.

Cuando salgo de la suite le envío un mensaje a Douglas, diciéndole que estaré en la alberca principal del hotel.

Cuando llegó al lobby puedo ver la cantidad de personas qué hay, muchas. Y de muchos lugares, colores y tamaños. Es un paraíso terrenal.   

Después de caminar unos minutos, logro ver a Brenda en un palco muy llamativo. ¿Qué esperaba?

Es Brenda.

— Buenos días, conejilla —me saluda.

— Buenos días, perrilla en celo.

Ella me sonríe — Conocí ayer a un chico.

— Deja de follarte a cada hombre que miras.

— No me lo follé, Cali. Es amigo de Ken, me saludó porque me reconoció supongo.

— ¿Cómo se llama?

— Kingston, es su apellido, no me dijo su nombre.

— ¿Kingston? —pregunto sorprendida— Deben estar aquí por lo mismo que Levi y Douglas. Pero un Kingston en persona, debe ser imponente.

— Si, es muy guapo. Quítate ya eso y toma el solo conmigo.

Me quito el short de mezclilla, y el kimono, para acostarme en el camastro a lado de Brenda.

— ¿Y el semental? —me pregunta Brenda

— ¿Semental?

— Tu novio.

— Ah, en una reunión. Dijo que terminando vendría a buscarme.

— Entiendo, espero que en esa reunión no haya strippers —bromea

Religiosa  +18 © [Completa✔️]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora