12. FINAL

733 59 15
                                    

Cinco meses después

El vestido se pega a mi cuerpo como una segunda piel. La decoración que tiene me encanta desde aquel primer momento en que lo vi. Me valió un carajo el precio, yo lo quiero y ahora lo tengo. Al mirarme en el espejo puedo darme cuenta que estoy preciosa. El maquillaje es perfecto hoy, mi pelo está hermoso, mi vestido me hace lucir mas hermosa y sensual. 

Douglas se morirá cuando me vea. Y lo remataré cuando vea lo que tengo debajo. 

— Voy a llorar —Me dice Brenda al verme— ¡Estás hermosa! —chilla. 

— No arruines ese maquillaje —le paso un pañuelo— Tu también luces bella hoy. 

— Ojalá ese idiota también viera eso, pero como es ya debe estar follando con una mesera —brama. 

— Ten un poco de fé en Levi, Brenda. Nadie le cree ya al pobre hombre. 

— Lo amo —chilla— ¡Lo odio, Cali! Y ese idiota... solo me hace llorar. 

— Deja de pensar en él. No te pongas triste, hoy todo debe ser felicidad. 

Ella asiente— Perdón, Cali. 

La puerta es abierta y entra mi padre en un bello traje negro. Su pelo luce recién pintado hoy. 

— ¿Estás lista? —pregunta al vernos— Aún podemos irnos. 

— Ay papá —me rio— Estoy segura de no querer irme. 

— Y yo estoy seguro de no querer entregarte, hija. Tu madre al verte no se detendrá de llorar... me dejas mucho trabajo. 

— Entonces que no me vea, papá. Encárgate de ella, no la quiero llorando toda la fiesta. 

— No tarda en llegar y entonces...

Mi padre no termina de hablar cuando la puerta es abierta de nuevo. Mi madre entra con un hermoso vestido en color verde hoja. Sus ojos resaltan con ese hermoso vestido que eligió. 

— No, hija —se limpia una lagrima— Estás muy linda hoy... hoy y siempre, bella Cali. 

Mi madre trata de abrazarme— Mamá no vayas a llorar

— Es imposible. Mi única nena se está casando y luce hermosa. 

(...) 

— ¿Lista? —Mi padre me ofrece su brazo y yo lo tomo sin dudar. Aunque mi pecho se sienta apretado por mi corazón acelerado, finjo que estoy bien. 

El violín, chelo y piano arman una armoniosa sonata. 

Tengo dos días sin verlo. Aunque llegué a Francia hace una semana, no podíamos vernos por el trabajo que ambos teníamos pendiente. Mi familia llegó unos días después. 

Mis nervios aumentan cuando doy el primer paso. Las miradas de todos se posan en mi, en cada detalle. Estoy acostumbrada a las miradas, pero sé que entre todas las personas, hay una que me pone nerviosa desde que lo conocí. 

Mi padre aprieta su agarre, lo miro y el asiente. — Tranquila —susurra— Estás preciosa, todos lo notan. 

Preciosa. 

Nuestros pasos son lentos. Mi padre me toma con fuerza, y yo sigo sin poder mirarlo. Las personas siguen perforándome con la mirada, y cuando estoy frente a el, no puedo evitar mirarlo. No hay nada más que mirar. 

Luce increíblemente sexy y serio. Así es mi Douglas. 

— Buenas tardes —Habla el sacerdote— Bienvenidos sean. 

Religiosa  +18 © [Completa✔️]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora