La tibieza de los húmedos labios de Amado disparó en Octavio una reacción en cadena. ¿Cómo no iba a creer que era posible que tuviera un origen sobrenatural, si tocarlo le hacía sentir que por sus venas corría magma en vez de sangre? El beso nacía en sus bocas, pero su eco se oía mucho más allá. No se parecía en nada a sus tristes experimentos pasados con otras personas, que lo habían convencido de que el amor romántico no era para él. ¿Por qué esto era tan distinto? Tenía que ser magia. Eso explicaría también por qué Amado se había fijado en alguien tan diferente a su círculo habitual.
Se separó apenas de Amado, aunque su instinto le decía que siguiera adelante. No quería precipitarse sin pensar en las consecuencias, cuando ni siquiera estaba seguro de que el interés de Amado fuese genuino. Incluso considerando la posibilidad de que en su propio caso sí lo fuera, ¿hacía bien en dejarse llevar por algo que podía llegar a ser un efecto temporal para el otro?
—Perdona —murmuró Octavio.
Amado lo contempló con los ojos brillosos, y apretó los labios en una sonrisa insegura.
—No hay nada que perdonar. ¿Entonces crees que deberíamos esperar hasta devolver el huevo para ver lo que pasa entre nosotros?
Enfrentado directamente a una pregunta que no sabía cómo responder, Octavio se acostó boca arriba. Para ordenar sus pensamientos, trató de enfocar la atención en el techo de la cama y en las cortinas de tul que caían a los lados, movidas por la brisa que entraba por el ventanal. Con Amado a su lado, era imposible pensar con claridad. Le resultaba difícil creer que aquella conexión desaparecería tan pronto se deshicieran del huevo. Sin embargo, tampoco lo podían descartar.
—No sé, quizá. No es como que tenga mucha experiencia con estas cosas.
El romance nunca había sido una prioridad para él, así que estaba por detrás de la mayoría de los de su edad en cuanto a todo lo que conllevaba, desde besos a mucho más. Le sorprendía que Amado no pareciera notarlo.
—Entiendo —susurró Amado—. Quizá deberíamos hablar sobre el plan para recuperar el huevo, y dejar esto para otro momento. No quiero que estés incómodo.
Ese intercambio hizo que Octavio se volviera consciente de que el problema era lo contrario, de hecho: se sentía demasiado cómodo con la situación. Con compartir espacios que consideraba sagrados, como una cama; con fingir cercanía y complicidad; con que el resto creyera que eran pareja. La idea de perder aquello era lo que le llenaba de ruido la cabeza, no la de continuarlo.
—No estoy incómodo —confesó Octavio. Y, tomando valor, agregó—: Pero sí creo que hay que hablar sobre lo que nos está pasando. ¿Qué te parece si lo hacemos, después de devolverle el huevo al volcán?
Cuando se animó a mirar a Amado por el rabillo del ojo, lo vio sonrojarse y luego balbucear al responder:
—¿Si lo hacemos...? ¿Qué cosa? O sea, sí me gustaría...
Solo entonces se dio cuenta Octavio de que la forma en que había dicho aquello daba lugar a segundas interpretaciones, y se apresuró a aclararlo:
—¡Me refiero a hablar!
—¡Sí, por supuesto, eso pensé! —exclamó Amado, cubriéndose el rostro con las manos.
Las palpitaciones de Octavio se aceleraron. Ahora que esa idea revoloteaba libre entre los dos, sería difícil volver a encerrarla; además, por primera vez en la vida, esta le resultaba atractiva de verdad. Se imaginó lo que podría ser no solo sentirlo por fuera, sino por dentro, y su cuerpo entero se crispó.
Tragó saliva.
—Entonces —dijo Octavio, incorporándose para sentarse, con fingida calma—, quedamos así. Después de devolver el huevo, vemos cómo nos sentimos sobre todo esto. Por ahora, creo que esta conexión rara que tenemos nos conviene, ¿no? En el cumpleaños, van a esperar que nos comportemos como una pareja.
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El alma del volcán (completa)
Fantasy(LGBT+) Dos estudiantes rivales comienzan a enamorarse mientras fingen ser pareja para resolver el misterio que rodea a un objeto mágico. Misterio/sobrenatural/romance. En la lista #ExploradorDeMundos del perfil oficial @WattpadNovelaJuvenilES ═════...