𝟐𝟖 - 𝐄𝐧𝐭𝐫𝐞 𝐭𝐮́ 𝐲 𝐞́𝐥

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Jadeando, Yin-Yu acarició su cuello, mirando a Xiang, quien yacía no muy lejos entre la porcelana rota. Pero sus ojos llenos de rabia no estaban fijos en ella. Todavía temblando, se atrevió a moverse y rodó hacia el otro lado. La mujer petrificada, sus sentidos estaban tan paralizados que no escuchó la maldición de Xiang - ¿¡Cómo te atreves !? ¿Cómo sobreviviste?

El pavo real azul se levantó de un salto, pero una advertencia del ala del pavo real blanco le hizo detenerse con sorpresa de que el intruso no mostrara miedo. No ceder, los ojos rojo negruzco no le prestaron mucha atención, sólo para ella. Por una fracción de segundos, pero fue suficiente para congelar el tiempo.

Ya nada parecía existir en el mundo.

Mantuvieron el contacto visual, solo porque dio la impresión de estar al mando para hacerlo.

Ella obedeció, pero sin saber cómo reaccionar.

¿Aliviado? ¿Temeroso? ¿Preguntando si estaba muerta?

No había poder en ella para mover sus labios.

Cada emoción, cada pensamiento, se mezclaba en un lío vacío.

En otro segundo, quería correr hacia él, pero al mismo tiempo quería huir.

Su cuerpo empezó a temblar, su mente perdida en un terrible conflicto interior.

Finalmente, se rindió y se hundió en el suelo, solo esperando un veredicto de él.

El señor interpretó su expresión facial y entrecerró los ojos.

-¡¿Eres sordo?! - Xiang gritó.

Ahora los ojos de Shen se volvieron hacia él.

-Déjala en paz - ordenó el señor blanco en un tono frío.

El otro pavo real jadeó de disgusto.

Pero Shen no le prestó mucha atención y la miró. La mujer yacía todavía sumisa a unos metros de él.

-Ven aquí.

La pava agachó la cabeza mientras el señor le hablaba.

¿Qué tiene ella que esperar?

Pero Shen no se detuvo.

-Venir.

Ella estaba asustada. La pregunta era ¿de quién era más? ¿De él o de él?

-¡Quédate! - La voz de Xiang le ordenó.

Sus ojos todavía estaban enfocados en el pavo real blanco. El que la había amado muchos años atrás, detrás de ella el que había hecho de su vida un infierno.

-Yin-Yu - Las palabras del señor la electrizaron como un rayo. Su voz era seria, pero no amenazante como ayer. Se atrevió a mirarlo más profundamente a los ojos, su iris mostró un destello de algo familiar, un brillo como en su noche.

-¡Un paso! - Xiang la amenazó - Un paso y te mataré.

Ella se congeló.

Pero Shen mantuvo la calma - No, él no hará eso.

Xiang jadeó por aire con rabia.

Mientras tanto, el pavo real blanco levantó la mano y movió un dedo de pluma en su dirección, todavía mirándola a ella y a su rival con mucha atención como un halcón.

-Ven aquí a mí.

Para enojo de Xiang, se puso de pie lentamente y con mucho cuidado. Cuando estuvo casi de pie, el pavo real azul tomó un cuchillo de la mesa y se lo arrojó. El arma afilada casi le había cortado la garganta, cuando otro disparo arrojó el cuchillo y lo dejó chocar contra la pared.

𝐋𝐚 𝐮́𝐥𝐭𝐢𝐦𝐚 𝐆𝐮𝐞𝐫𝐫𝐚 [𝐄𝐧 𝐄𝐝𝐢𝐜𝐢𝐨́𝐧] Where stories live. Discover now