𝐋𝐚 𝐮́𝐥𝐭𝐢𝐦𝐚 𝐆𝐮𝐞𝐫𝐫𝐚 [𝐄𝐧 𝐄𝐝𝐢𝐜𝐢𝐨́𝐧]

𝟑𝟎-𝐑𝐚́𝐟𝐚𝐠𝐚 𝐝𝐞 𝐧𝐢𝐞𝐯𝐞

La confusión disminuyó gradualmente, se llevaron a todos los soldados que fueron sobornados por Xiang. El pavo real azul todavía estaba un poco aturdido, por lo que casi no ofreció resistencia. Pero Wang estaba seguro de que volvería a armar un escándalo muy pronto, Po bromeó unas palabras con el rey, pero siguió mirando a Shen y Yin-Yu, que todavía estaban en sus brazos. Pero después de un tiempo soltaron su abrazo y se separaron un poco. Xia y Sheng todavía estaban cerca, pero no estaban seguros de si debían decir algo o no.

Finalmente, Po se acercó a los dos hermanos y les dio un suave puñetazo.

-Uh, tal vez sería una buena idea dejarlos solos por un momento - susurró a los dos hijos adultos.

El panda no les dio la oportunidad de decir en contra, los llevó al edificio.

El rey Wang vio una señal de él y el buey llamó a todos los hombres del lugar.

Se volvió más tranquilo, hasta que el señor blanco y la dama se quedaron solos.

Yin-Yu estaba mirando al suelo todo el tiempo, mientras Shen la miraba de lado de vez en cuando, solo ahora parecían darse cuenta de lo que había sucedido a lo largo de los días.

El señor se frotó las alas, la había abrazado después de tanto tiempo otra vez y se sintió como una ilusión, que quería desvanecerse.

De nuevo la miró, ella sintió su mirada, el efecto del abrazo anterior ya no la reconfortó. En cambio, tenía miedo de que le siguiera un nuevo castigo.

La tensión a su alrededor aumentó. El silencio lo empeoró todo, todos querían hablar, pero se temía que suscitaran una controversia y nadie quiso volver a experimentarlo. Incluso Shen odiaba esa desagradable sensación de falta de armonía en su visión de la vida.

El señor blanco se puso más nervioso y acarició sus brazos, y sintió algo extraño en sus plumas. Lo agarró y salió la pluma blanca de Yin-Yu.

"Aún no ha terminado" había dicho Adivino.

Shen respiró profundamente - Creo que deberíamos hablar.

Hizo una mueca, la pava se abrazó, agachó la cabeza y siguió sin mirarlo.

¿Tenía miedo de una nueva reprimenda?

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-¿No deberíamos estar más cerca? - Xia preguntó y miró a sus padres con ojos preocupados.

Se quedó con los demás en algún lugar del castillo, pero miró por las ventanas.

Pero Po le dio unas palmaditas en el hombro - No te preocupes, estoy seguro de que todo estará bien y si algo sucediera, siempre estaré listo.

Suavemente la apartó a un lado. Pero luego estiró el cuello y pensó "¿De qué están hablando?"

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Contuvo el aliento, Shen se acercó unos pasos a ella. Entonces el pavo real levantó sus alas.

Yin-Yu comenzó a temblar cuando las alas tocaron sus hombros por detrás.

-¿Qué he hecho? - preguntó con voz tensa.

Con la cara caída, se quedó allí como congelada, Shen movió un poco los dedos de plumas.

Luchó tímidamente para decir la razón, pero no podía enterrarlo más dentro de su alma, no podía verla así.

-Escucha ... - comenzó - No fue por ti ... pero pensé que era por ti ...