Al otro Lado del Espejo [Terminada]

XVII:

 
De ante mano, Gracias por leer.

Aℓ  σтяσ ℓα∂σ ∂єℓ єѕρєנσ

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──Inténtalo otra vez──. Dijo el chico.

Habían pasado alrededor de 30 minutos y el espejo no respondía al deseo de la joven, parecía que el portal se hubiese sellado.

Las manos de la castaña comenzaban a temblar, y en sus ojos pequeñas lagrimas se asomaban, amenazando con salir. Seguía frente al espejo repitiendo una y otra vez:

──Llévame de vuelta a casa──. Pero era inútil, el portal no se abría.

Un pequeño destello se dejó ver en el espejo, haciendo que la castaña abriera sus ojos, su corazón se aceleró y sus labios se curvaron en una sonrisa, sin embargo al ver como la luz de la cueva crecía aun mas , su sonrisa se borró.

──Mierda──. Exclamó el rubio con su vista hacia la entrada de la cueva.

El sol comenzaba a llegar, y pequeños rayos se escabullían por la cueva. Fue uno de estos rayos que provoco la sensación de brillo en el espejo.

──Esta amaneciendo──. Susurró la joven, aun en el suelo. ──No puedo regresar, ¿Qué voy hacer?. Mis padres, Tsuyu y Mina, se preocuparan si no me ven en casa. Ni siquiera tengo mi celular, como les avisaré──.

Ochako levantó su rostro y le sostuvo la mirada al muchacho. Por sus orbes chocolate, pequeñas lagrimas caían, humedeciendo sus mejillas.

──Katsuki, ¿Qué voy hacer ahora? ──.

Bakugou volteó hacia ella, y pudo ver el miedo en su rostro.

──Oye, tranquila. Todo va estar bien──. Dijo mientras tomaba suavemente sus mejillas.

La castaña cerró sus ojos, dejando caer aun mas lagrimas, muchas de las cuales fueron limpiadas por el rubio.

──Oye, mírame──. Pidió él suavemente.

Poco a poco Uraraka fue abriendo sus ojos.

──Vas a regresar a casa. Te lo prometo──. Katsuki alzó su mano, mostrando su meñique.

Aquel acto hizo sonreír a la chica, y luego de pasar una de sus manos por sus mejillas, correspondió el acto del joven; entrelazando su dedo meñique con el de él.

Se miraron por algunos segundos al separarse. Luego Katsuki dijo:

──Regresemos a la aldea, debes tener hambre──. El muchacho se levantó y extendió su mano hacia ella.

Ochako no tardó en aceptarla.

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Eran alrededor de las 9 de la mañana. La aldea estaba mas que despierta y la mayoría hacía sus deberes cotidianos.

Kirishima se encontraba camino al rio, tenía pensado pescar y luego darse un baño. En su recorrido se topó con Denki.

──¿Vas a pescar? ──. Preguntó lo obvio. El pelirrojo asistió. ──¿y Bakugou?, creí que irías con él──.

El chico de la red bajó su mirada antes de responder.

──Lo estuve buscando, pero no lo encontré──. Su desanimo era mas que notorio.

──¿Lo búscate en la cueva?, seguro sigue ahí──. Opinó el rubio.

──Talvez tengas raz….espera ¿Cómo sabes qué──. Su pregunta se quedó en el aire.