¿Qué hubiera sido si...? (BinJiu)

II

Shen Qingqiu había tenido una vida difícil, los primero siete años de su vida mendigando y luego seis años más como esclavo, tratado peor que un animal porque los esclavos no tenían alma, eso es lo que dicen los señores feudales y los poderosos del mundo en el que él vivía.

A sus trece años conoció a una mujer que lo liberó y le dió una familia, un lugar al cual pertenecer, que al igual que la pequeña Qiu Haitang le había tratado como una persona y así como si de una bendición se tratase Su Xiyan lo trató como su hermano.

Su Xiyan fue una tormenta en su vida, de esas que no te das cuenta como o cuando llegan, de esas de las que te acostumbran a su presencia, sin embargo su tormenta se volvió un tornado y se disolvió en el aire dejándolo solo y con un inmenso dolor y arrepentimiento carcomiendo su alma y espíritu. Ella se fue y lo abandonó, todo por culpa de ese viejo asqueroso, envidioso y desagradable. Así que tomó lo que Su Xiyan le dejó a él y sus hermanos marciales y lo escondió de la vista del viejo asqueroso; lo cuidó y protegió hasta que ya no pudo mantenerlo oculto y para que siga a salvo de la asquerosidad de ese viejo maldito lo lanzó al infierno, sin embargo su precioso loto blanco fue corrompido y terminó muriendo a manos de él.

Él sabía quería iba a morir, sabía que había educado a su discípulo con el dicho de ojo por ojo, él merecía todo castigo al cual discípulo quisiera someterlo, por eso es que no habló, no le dijo la verdad, pues Luo Binghe había puesto toda la confianza que tenía en manos de su Shizun y la persona en que más confiaba lo había traicionado. Entonces decidió que si la muerte lo iba a liberar de sus pecados la aceptaría, temporalmente al menos.

Luego de los sucesos en el desfiladero de Jue Di se embarcó en una búsqueda para salvar su vida y preparar los acontecimientos que lo llevarían a su muerte.

Junshang lo había dicho, le había dicho que no tenía que hacer eso, no tenía que sacrificarse solo debía decirle a Binghe la verdad tras su origen, decirle lo que Su Xiyan había ordenado para su futuro y lo que el viejo del palacio Huan Hua había hecho, pero él quería protegerlo.

No quería que su loto blanco supiera todo lo que había pasado con sus padres. No quería que se culpara por la muerte de su madre o el hecho de que habían sellado a su padre por qué su madre lo esperaba a él porque sí el viejo desgraciado hizo que sellaran a Junshang porque Shijie llevaba a su hijo y si él estaba libre podría salvarlo de la muerte. Él no pensó que Xiyan-shijie daría su vida por Binghe.

Porque en la retorcida mente de ese anciano él ansiaba que Xiyan volviera con él y permanezca a su lado como algo más que su discípula, el viejo asqueroso deseaba a Shijie como mujer y ella lo sabía y aún cuando le ofrecieron que ellos podrían darle bienvenida en Cang Qiong ella se negó. Su orgullo no le permitió amedrentarse por los asquerosos sentimientos de su maestro y ese mismo orgullo la llevó a la muerte y a qué los doce inmortales de Cang Qiong vivieran en luto el resto de sus vidas.

Ahora tenía una nueva vida, él sabía que después de su muerte no podría volver a Cang Qiong no estar en un lugar donde pudieran reconocerlo y después de todo ganarse la vida no fue difícil.

Durante toda su vida pasada aprendió diversos labores y trabajos, ciertas veces ayudaba a Shang Qinghua con las tareas del Pico An Ding y después de lo de Shijie aprendió medicina con Mu Qingfan, quién con toda la paciencia del mundo le había enseñado.

Cuando renació se fue hacía la frontera con otras sectas dónde nadie le reconocería y aprendió allí de diversas cosas como por ejemplo habían otras sectas que practicaban cultivo, aunque ellos lo hacían de una manera más reducida y humana, había conocido a un monje llamado Lan An, que deseaba tener una secta que hiciera las cosas justas y que limpiara las injusticias del mundo; conoció a un carnicero llamado Nie Qiang, que tenía un talento innato con el sable; conoció a otro hombre descaradamente rico que le gustaba cultivar, llamado Jin Wang; conoció a Jiang Tao, que le gustaba pescar y cultivar, ir por el mundo erradicando ; por último había conocido a Wen Mao, un hombre que no le agradaba, lo detestaba de hecho, ese hombre tenía un alma tan negra como el viejo asqueroso que mató a Shijie, su ambición era desbordante y era un hipócrita peor que él mismo.