Proteger.

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Otra vez un jueves por la mañana, Fuji estaba metido en problemas y nos tocaba salvarlo de la expulsión. Mi esposo me llamó a exactamente a las 8:30 para llegar a las nueve en punto y tener una charla con los profesores, cabe resaltar que son las once.
Corría lo más rápido que podía hasta la sala de profesores, al ver la puerta cerca decidí ir lento y empezar a caminar pero algo me alertó.

Eran gritos y no de Chifuyu.

- ...¡Su hijo es una máquina de desgracias! ¡yo pedí hablar con el padre alfa de ese mocoso! ¡no con un omega! -

Cagaste.

Entré en ese momento al lugar, no tenía que escuchar más. Caminé rápido y enojado hasta el maldito viejo que tuvo las bolas para hablarle así a mi omega, el ambiente era horrible por su asqueroso olor mezclado con las feromonas de miedo de Chifuyu, galletas quemadas, mi alfa rasguñó en mi interior por dejar sin seguridad a mi destinado.

- Señor Baji, que agrado conocerlo. - Habló dos segundos antes de que le plante mi puño en la cara. Su cuerpo cayó al suelo y antes de ponerme encima de él y deformarle el rostro, Chifuyu se acercó abrazándome y restregando su nariz en mi cuello para calmar a mi alfa.

- Cálmate alfa, no queremos más problemas ¿verdad? hacemos esto por Fuji, tranquilo mi amor, estoy bien y no me pasó nada. - murmuró torpemente, sus manos acariciaron mi rostro con cariño y delicadeza mientras seguía hablando pero honestamente no prestaba atención, solamente miraba sus ojos viéndome reflejado en ellos, finalmente mi alfa se calmó y pude respirar tranquilo. - ¿Lo ves? ya está, estamos bien. - Él sonrió como si nada hubiera pasado, como si no hubiera estado apunto de llorar pero así era Chifuyu, era un omega fuerte después de todo.

Mis alertas se encendieron, usualmente yo no asisto a las reuniones por mi trabajo, tampoco dejo a Fuji en la escuela ¿esto pasaba seguido? ¿alguien estaba tratando mal a mi omega y a mi hijo? ¿le habrá hecho o dicho algo a mi cachorro? estaba asustado, sentí que fallé, como esposo y como padre, no era capaz de proteger a mi familia.

- ¿Mamá? ¿Papá? y-yo no me porté mal hoy...¿por qué están aquí? - La voz de nuestro hijo nos sacó de la burbuja en la que estábamos, ambos nos acercamos y Fuji corrió a los brazos de Chifuyu. - Mamá ¿por qué hueles a miedo? ¿papá te está molestando? ¡bájame y le daré una paliza! ¡¿Te creés muy genial, viejo?! ¡no sabes lo que tío Tora me enseñó! ¡bájame mamá! -

- Claro pulga, inténtalo. - Contesté mientras ambos reímos. - Tus profesores nos hablaron para tener una charla sobre tus notas....al parecer te va mal en lenguaje ¿puedo saber por qué? -

- Sí, lo saqué de tí. - Chifuyu se tapó la boca evitando reír.

- ¿Yo....? -

- No te preocupes papá, te perdono. - Fuji se escondió en el cuello de Chifuyu. - Por cierto ¿por qué el profesor Hiro está en el suelo?

- Larga historia, ahora....- Chifuyu hizo una pausa para ponerlo en el suelo y mirarlo con una sonrisa. - Fuji ¿te molestaría cambiar de escuela otra vez? no será muy lejos, lo prometemos.

- Mamá....y-yo..¿puedo llevar a Takemi? por favor, si me dejan prometo no hacer más travesuras, por favor mamá. - Un puchero apareció en sus labios mientras ligeras lágrimas se formaban en sus ojos, su cuerpo se balanceaba con cuidado y miraba a sus manos, yo conocía esa técnica.

La gran Takemichi.

- Tendremos que preguntarle primero al tío Mikey y al tío Take ¿sí, cielo? por el momento creo que es mejor irnos. - Chifuyu tomó la mano de nuestro hijo para salir del lugar y empezar a caminar por los pasillos conmigo detrás de ellos. - Fuji, cuando crezcas quiero que me prometas que cuidarás de las personas a tu alrededor justo como lo hace tu padre ¿podrás hacerlo, verdad? -

- ¡Sí mamá! ¡voy a cuidarte mucho, a Takemi, a papá, a Peke J, al bebé de tío Mitsuya y tío Taiju, a todos! ¡voy a protegerlos a todos! - Gritó haciendo poses de súper héroes estando ya fuera de su ahora antigua escuela.

- ¡Así se habla, Fuji! - Lo levanté del suelo para empezar a hacerle cosquillas junto con Chifuyu, la calle se llenó de risas inocentes y palabras bonitas.

Por momentos así adoraba a mi familia como a nada más en este mundo, me sentía orgulloso de ser capaz de hacerlos felices y sabía que tenía que protegerlos de todo y todos.

Mamá estaría orgullosa también.

، ✶ 𝗟𝗔 𝗙𝗔𝗠𝗜𝗟𝗜𝗔 𝗕𝗔𝗝𝗜 !Donde viven las historias. Descúbrelo ahora