، ✶ 𝗟𝗔 𝗙𝗔𝗠𝗜𝗟𝗜𝗔 𝗕𝗔𝗝𝗜 !

Gran revelación.

Estábamos iniciando el nuevo año (en realidad ya pasaron cuatro meses) Chifuyu y yo recogíamos el árbol de navidad y todos los adornos que pusimos por la casa, aprovechando el momento tomé un muérdago y fuí disimuladamente detrás de él para ponerlo encima de su cabeza.

- Disculpe, hermoso joven rubio, tengo que avisarle que está justo debajo de un muérdago. -

- ¿En serio, Kei? ¿en pleno abril? - Él empezó a reír bajito mirándome atento.

- Por lo visto sí, no hay fechas para el muérdago así que... ¿me podría conceder el honor de darme un beso? - Pregunté de la forma más seria y romántica que pude, obviamente mi rubio se empezó a cagar de risa.

- Lo lamento, tengo un alfa muy guapo que me espera en casa. - Contestó coqueto siguiéndome el juego.

- Oh y dígame ¿qué tan guapo es su alfa? - Respondí feliz de que me siguiera el juego.

- Tiene el cabello muy largo, los ojos marrones, unos lindos colmillos afilados que lo hacen ver como un gatito, es muy grande y muy fuerte, él solo podría contra cincuenta alfas en una pelea. - La sonrisa en su cara me cautivó, ahora mismo sentía toda la cara arder y de seguro estaba más rojo que trasero de babuino ¿control? ¿qué es eso? no hay ni existe cuando se trata de mi omega hablando tan lindo de mí.

- Eh...fuyu ¿no te parece que cincuenta es much—

- El que vaya en contra de mi alfa será desnudado y golpeado hasta morir. - Habló cambiando de repente toda su expresión a una seria.

- Por eso decía que de seguro puede hasta con doscientos, me lo saludas. -

- Además, tenemos un lindo cachorro juntos ¿no somos una familia adorable? -

¡Cierto, hablaba de mí!

Mi esposo pareció saber lo que pensaba, enterró su rostro en mi cuello soltando suaves risitas mientras su naricita me hacía cosquillas moviéndose de un lado a otro y por instinto mis mano se dirigen a sus caderas, después sostuvo mi rostro dejando besos por toda mi cara haciéndonos reír a ambos.
No sé que tan bueno pude ser en mi anterior vida pero Keisuke del pasado, te amo.

Y como todo buen momento entre ambos, una pequeña voz nos hizo separarnos.

- Que asco mamá, besaste al viejo. -

- "Qui isqui mimí" ¿sabías que te pareces mucho a mí? - Reclamé obviamente molesto y con un tic en el ojo.

- Corrección, yo no me parezco a tí, tú te pareces a mí, viejo copión. - Contestó yendo con su madre. - Tío South dijo que vayamos a visitarlo alguna vez.

- ¿Nos va mandar su jet privado? - Preguntó mi omega emocionado.

- Uh...yo creo que no. -

- Entonces dile que no, ni modo que vayamos en burro o nadando, vive en Brasil. - Contesté agachándome a su altura.

- Pero, papá... - Suspiré listo para que se de la vuelta a hacerle un berrinche a su madre pero eso nunca pasó, en su lugar empezó a hacer muecas y dar pequeñas quejas. En frente mío. 

¿En frente mío?

¿M-me está haciendo el berrinche a mí? ¿Al viejo copión? Obviamente sonreí mostrando todos mis dientes, asquerosamente orgulloso de lo que eso significaba.

- Vaya, vaya, Baji Fuji. -

- No digas mi nombre completo, ogro. - Rodé los ojos, era sencillo y es que no iba a dejármelo tan fácil, era mi hijo después de todo.
Arrebaté el celular de sus manos escuchando sus quejas y berrinches y la voz de mi esposo diciendo que no sea cruel con el mocoso.