24

105 9 0
                                    

El lugar donde estamos realizando el campamento de entrenamiento está algo más alejado de Uji que el año pasado, así que hubo cierta sensación de alivio cuando pudimos levantarnos de las sillas y estirarnos un poco al llegar

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

El lugar donde estamos realizando el campamento de entrenamiento está algo más alejado de Uji que el año pasado, así que hubo cierta sensación de alivio cuando pudimos levantarnos de las sillas y estirarnos un poco al llegar. Sin embargo, no hubo tiempo para relajarnos, ya que entre todos debíamos apresurarnos en dejar nuestros equipajes —futones, mudas de ropa e implementos de aseo— en las habitaciones que nos asignaron, para luego bajar los instrumentos y atriles del camión y organizarlos en la sala donde tendremos nuestro primer ensayo general. Concluida esta tarea, noto que algunos de primero tienen la respiración agitada. No saben lo que les espera.

En medio del expectante barullo que impera la sala, tres adultos —dos hombres y una mujer— entran y se posicionan frente a nosotros. Para los de primero, dos de esas tres personas son nuevas y generan cierta incertidumbre. Uno de los dos hombres toma la palabra.

—¡Vaya que ha pasado tiempo desde la última vez que los vi! Aunque veo bastantes caras nuevas. ¿Cómo han estado? ¿Descansaron durante el Obon? Para quienes no me conozcan, mi nombre es Masahiro Hashimoto, pero pueden decirme Profe Hashi con toda confianza. Soy percusionista profesional y amigo íntimo del profesor Taki, aquí presente. Disculpen que haya llegado algo tarde este año, pero tuve que atender una cosilla en el extranjero.

—Profe Hashi, ¿sabe hablar inglés? —pregunta uno de los percusionistas.

I'll be back —responde el profesor Hashimoto haciendo una pose algo ruda. Algunas risas se escuchan en el salón.

—Profesor Hashimoto, estamos por iniciar el ensayo, así que deje de jugar —interviene el otro hombre, el profesor Taki

—Qué malo eres, Taki —protesta el profesor Hashimoto, lo que aumenta las risas entre nosotros.

Los ensayos serán duros, pero las interacciones entre ambos, al igual que el año pasado, nos darán pequeños y muy necesarios momentos de distensión. La mujer a su lado niega con la cabeza, aunque mantiene una sonrisa divertida, mientras da unos pasos al frente para tomar la palabra.

—Ha pasado un buen tiempo desde que pude estar con todos ustedes en un ensayo. Si bien vine a instruir a los vientos de madera... —La mujer hace una pausa, estableciendo contacto visual con Yoroizuka, quien asiente hacia ella—, estoy bastante complacida de también poder ayudarlos a todos ustedes este año. Igualmente, para los de primero, es un placer conocerlos. Mi nombre es Satomi Niiyama, flautista y docente universitaria.

Todos aplaudimos en respuesta a las palabras de la profesora, incluso sus dos colegas a su lado.

—Muchas gracias por venir en una época tan ocupada, profesora Niiyama —expresa el profesor Taki en un tono cordial.

—No es nada. Me alegra que me hayas pedido venir, profesor Taki.

Ambos profesores intercambian sonrisas dulces, trayendo recuerdos del año pasado. Recuerdos que, junto a las miradas atónitas de los de primer año, hacen que tenga que cubrirme la boca para evitar que se me escape una carcajada.

El desafío de ReinaWhere stories live. Discover now