Apariencias

Capítulo 27

Ha pasado un maldito día desde la humillación publica que sufrió mi familia y creo que por fin es el momento de regresar a mi casa y ver que sucede, quizás esto no sea mi culpa, pero igual seré maltratada por ellos. Desde pequeña he sabido que debo pagar por los errores de los demás, siempre siendo señalada, humillada y de más, pero qué más da ya no soy esa niña que le temía a sus padres. Soy una mujer que solo le teme a ella misma perdiendo el control porque soy un maldito dragón capaz de quemarlo todo cuando pierdo el control.

No tengo ganas de seguir soportando los golpes que otros me lanzan y siendo tan paciente a la hora de no regresarles el favor, todos tienen deudas que deben pagar y tarde o temprano me tendrán que dar cuentas por todo lo que me han hecho. Tengo mucho para hundir a la familia Fields y solo espero el momento correcto.

Me siento en la cocina mientras bebo un vaso de agua y sopeso qué consecuencias puede haber por lo que paso con William, no sé como esta en este momento y realmente me preocupa, pero no puedo hacer nada, debo arreglar mis mierdas y luego ver por los demás. Luego de que acabe todo iré a verlo porque quiérase o no, no es mala persona y no merece que lo abandone porque él no lo hizo cuando lo necesite.

Así que pronto me veré con él para saber cómo están las aguas luego de que nuestro plan explotara frente a todas esas personas.

Carraspean cerca de mí obligándome a levantar la vista encontrándome con mi madre vestida con un traje negro que la hace ver elegante, podrá ser una bruja, pero nadie puede negar que es muy bella, es una lástima que toda su belleza se arruina cuando saca su verdadera personalidad. Suspiro porque esto será un maldito caos donde soy la víctima de sus ataques porque así ha sido siempre. Viene me insulta y cuando respondo se hace la víctima haciéndome ver como la peor de las hijas.

Con una velocidad abismal se acerca a mí y no sopesó nada porque cuando menos lo siento su mano ha impactado en mi mejilla dejando con ese golpe un ardor en la piel, respiro profundo porque le voy a cobrar el golpe, detesto que me toque y el abofetearme le va a costar caro. Mi mente se plaga de imágenes donde le arranco la piel, nunca he tenido buenos pensamientos, pero me están llevando a mi limite y no les va a gustar.

Tengo muchas cosas que pueden hundirla y así cree que puede contra mí.

—Fue tu culpa—me recrimina mi madre—, algo mal debiste hacer para que él hiciera eso y como resultado hemos quedado como la burla frente a todos, es asquerosa la situación en la que nos has puesto—sigue vociferando, soltando todo el enojo contra mí—, seguro tenías esto planeado, seguramente lo hiciste para humillarnos.

No sonrío con burla porque eso sería muy obvio. Al final ese siempre fue el plan, fingir aceptar la derrota y luego llevar a cabo el plan de no casarme, William y yo lo decidimos y es lo que hicimos movimos las piezas bajo el agua y estas se pusieron a nuestro favor. No me quejo, no me importa en lo absoluto lo que se diga de mí en las revistas, periódicos o en la televisión.

Quiero calmarme antes de responder es por eso por lo que respiro hondo tratando de aligerar estas ganas de gritarle que se lo que ha hecho y que dije de fingir ser tan digna, pero no es momento, cuando todos sepan lo que hace será en un mejor escenario.

—¿Qué? Estás loca, yo solo sonreí y esperé, ¿no era eso lo que querías que hiciera? Según se debía ser bonita, guardar silencio y esperar. Hice lo que tanto deseaban me vestí de blanco, dije si en el altar y acepté el destino que me impusieron. Ahora resulta que el hecho de que William dijera no fue mi culpa ¿Cómo se supone que lo conseguí, madre? Si ese fuera el caso la única humillada fui yo. ¿En serio piensas que deseaba eso?

Mi madre guarda silencio haciendo una mueca de enfado. Le tomara un momento volver con sus ataques contra mí. Es una bruja loca, que nunca se detiene y que solo suelta veneno cada vez que habla y sin duda está llevándome a mi límite.