Apariencias

Extra parte 2

Un paquete un tanto extraño.

Andrew.

Un mensaje de Sean ilumina mi celular, y sinceramente no tengo ánimos para ir, pero soy una persona que nunca incumple lo que dice que hará. Sin el menor de los ánimos me pongo en pie y tomo mi chaqueta porque el día esta demasiado helado para mi gusto, tomo las llaves del coche y salgo de mi casa. Me parece tan innecesario salir de mi casa que juro que estoy tentado a no ir.

Sigo conservando mi no tan buen humor, es algo en lo que he estado trabajando, pero no puedo dejarlo del todo. Según se hoy es la boda de Keira, no quise averiguar más porque sé que no me hará bien conocer ese tema. No seré un mentiroso, la sensación de vacío esta mañana se ha hecho más grande, es como si hubieran sacado algo importante de mí y ahora siento que me falta, quizás sea que la necesito conmigo, pero no voy a pasar sobre sus decisiones. Aún sigo muy molesto por la situación y no estoy dispuesto a dejar mi molestia, me permitiré sufrir el duele de la ruptura, que para mí es más estar molesto y pensar en ello unas mil veces hasta llegar a la misma conclusión.

Es como si hubiera saco mi corazón metafóricamente y ahora siento un vacío imposible de quitar hasta que me lo devuelva, un pensamiento un tanto estúpido.

Odio mi mente en muchas ocasiones, me traiciona de una manera dolorosa y alarmante, el recordarme lo sucedido es un maldito caos. Nunca he sido de los hombres que les cuesta hablar sobre sus sentimientos, creo que no es malo sentirse mal por una ruptura, está bien estar decepcionado eso no te quita tu valor. Muchos hablan mierda de que no te hace hombre sentir o lamentarte, pero somos humanos, tenemos sentimientos y estos pueden ser heridos, en realidad eso es una masculinidad frágil.

Ella cometió un error, pero tendrá que aceptar las consecuencias. Lucia me advirtió que no hiciera locura este día, pero la verdad es que jamás se me paso por la mente, no iré hacer el ridículo a un lugar a donde no fui invitado. Sin embargo, soy fiel creyente de que las cosas pasan por algo y al menos el paquete que debo ir a recoger por Sean me mantendrá con la mente ocupada, eso espero y si no es así saldré con Lucia y Alex. Quiero mantener mi mente ocupada y olvidar por completo que hoy es su boda, después de que este día termine quizás asimilar las cosas será más fácil.

Supongo que este día al final será un día feliz para ella, aunque este muy molesto siempre voy a desearle lo mejor, quizás mis sentimientos hacia ella me hacen querer que siempre este en un puto pedestal para que nada malo le suceda. La vida es una mierda completa, pero la realidad es que quiero que la realidad de su vida sea feliz y plena, quizás nunca le he deseado esto a alguien, pero lo hago con ella. Supongo que mis sentimientos la tienen como prioridad y, aunque siga enfadado con ella eso no quiere decir que puedo y debo desearle todo lo malo del mundo.

Desearle el mal a alguien es innecesario y un poco inmaduro desde mi punto de vista y solo te envenena más el corazón, así que no es de mi gusto y de mi agrado.

Niego con la cabeza y disperso mis pensamientos acerca de ella y de lo que mantiene mi mente ocupada, no tiene caso seguir pensando en ello, después de hoy ya no tiene caso. Será una mujer casada en unas horas y mis valores no me dejan seguir el mismo camino, según mi madre no puedo ser tan rastrero al interponerte en un matrimonio, al final de eso te vuelves en un traidor y una persona desconsiderada que no le importa herir a otra. La quiero y quizás la amé, pero mis principios van primero porque después de todo es lo que soy.

Subo al auto y enciendo la radio escuchando canciones al azar. Quiero mantener mi mente muy ocupada hasta que recoja ese paquete. Me pongo en marcha a un ritmo demasiado tranquilo. Hay un poco de trafico en la zona lo que hace que mi llegada sea un poco tardía, pero no me preocupa, ya que él no me dio una hora precisa para llegar. Quizás no debería estar haciendo esto y creo que sería una mejor idea estar en la base terminando el papeleo que he dejado pendiente por este compromiso o solo bebiendo con mis amigos y escuchado las anécdotas sexuales poco convencionales de Alex, pero heme aquí mi bocata me tiene conduciendo.