Mon amour secret [ Camus x Milo ]

Así que eso quieres de Mí

Llegando a Escorpio.

Milo y Camus habían llegado corriendo al templo de Escorpio estaban respirando agitado en la entrada del templo y después de un tiempo al recuperar él aliento Camus habló.

Camus: ¿estas bien? - pregunto.

Milo: Si muchas gracias, hay... ¿porque Kanón se estará portando tan extraño? - dijo mientras recomponia su postura.

Camus: será porque le gustas. - dijo molestó.

Milo: hay por dios, ¿cómo crees?, él sólo es mí amigo - Camus molestó volteó su rostro.

Camus: para empezar tú misma los provocas. Sólo mira la forma tan provocativa en cómo te vistes - dijo señalando su ropa con su dedo.

Milo: un momento Camus, yo siempre me eh vestido así para empezar - dijo con sus manos en su cintura.

Camus la vio de pies a cabeza y efectivamente vio que estaba usando exactamente lo mismo de siempre, su chaqueta de cuero, su camisa roja y sus pantalones negros, lo único que cambiaba era que cargaba unos botines negros con tacón algo altos para por lo menos no verse tan pequeña cerca de sus demás compañeros.

Camus: Uuffs... sólo espero que esto te sirva de lección ¿me oyes?, para que veas con quién te metes, que para la otra no pienso entrar a salvarte de semejante lagartija marina - respondió molestó él acuariano.

Milo: un segundo, para tú información yo no necesitaba de tú ayuda para esto, yo lo tenía perfectamente controlado - respondió ella con mucho orgullo.

Camus: aja - rió sarcástico - si no hubiera llegado era seguro que él estúpido primo hermano de calamardo te violaba estúpida - respondió de brazos cruzados.

Milo sólo lo vio molesta, él acuariano por su parte sé había dado la vuelta para seguidamente tratar de irse del templo de Escorpio, pero escucho a su compañera decir...

Milo: eres un acuariano recruel - Camus detuvo su camino y sé giró a verla - a pesar de tener éste cuerpo sé que puedo defenderme ¿Porque siempre eres malo conmigo?, por lo menos dime si me veo bien así... - pregunto triste.

Camus: te soy sincero Milo, te prefería más cuando eras hombre, siendo mujer te ofendes a la más mínima cosa, además... uno podía imaginar que con tú boca podrías hacer un sin fin de cosas además de hablar - Milo lo vio mal.

Milo: ¿enserio crees que porqué estoy así no puedo robar besos? - pregunto viendo de brazos cruzados al acuariano.

Camus: Pues simplemente no Milo - respondió retando la para seguidamente darse la vuelta y seguir su camino pero escucho un...

Milo: ahora mismo te enseño acuario - Camus sé dio la vuelta y al hacerlo topó con Milo quien había corrido en su dirección para después dar un salto, enredar sus piernas en su cadera tomarlo con ambas manos de las mejillas y estamparle un tremendo beso haciendo retroceder a Camus unos cuantos pasos hasta topar con un pilar, aún impresionado por la acción de su compañera, a lo único que pudo atinar fue en sujetarla de la cintura mientras le seguía en aquel beso intenso. Tiempo después, por la falta de aire se separaron, con la respiración agitada mientras ambos se veían con un ligero rubor, entonces Milo sonrio victoriosa y le susurró al oído con un tono de picardía y sensualidad.

Milo: ¿vistes lo que puedo hacer?... ¿quieres más mí hermoso acuariano? - le susurró para seguidamente morder sensualmente él lóbulo de la oreja del acuariano él cuál sintió una corriente eléctrica recorrer su espalda, pero él tampoco sé iba a quedar así, así que sutilmente se dio la vuelta dejando a Milo ahora entre él pilar y él.

Camus: ahora que analizó las cosas, porque no... hacemos lo que Kanón quería hacer cuando llegué Milo... - Milo sintió un escalofrío mientras él acuariano empezaba un camino de besos húmedos por todo su cuello, pero retomando su postura respondió con un...

Milo: ¿estas seguro de lo que vamos a hacer? - Camus le vio con una sonrisa de burla y lujuria.

Camus: ¿Qué?, ¿Me dirás que él valiente guardián de la octava casa tiene miedo de ser dominado por un acuario en su territorio? - pregunto con burla.

Milo: no cómo crees... lo que sucede es, que si en dado caso, llegas a dejarme con premió, quiero que te hagas responsable de nosotros, mí hermoso  Camus de acuario - le susurró viéndolo directamente a los ojos y con su dedo índice le tocó la punta de la nariz.

Camus: de eso no te preocupes Milo, desde él momento en que toquemos esa cama yo me haré responsable de todo lo que suceda contigo de ahora en adelante, pero quiero que sepas que una vez seas mía ya no te vas a safar de Mí. Yo busco algo serio contigo ¿entiendes?

Milo sólo asintió con una sonrisa, para después ambos desaparecer en la oscuridad del templo...

Por otro lado

Templo del patriarca.

Narra Saori.

Huy... ya sentí movimiento en la casa de Escorpio, mí plan maestro ya está dando frutos esto es genial, muy pronto tendré que organizar una hermosa boda dorada para mis hermosos caballeros, por otro lado eh intentado averiguar él porque de esas voces en la cabeza de Milo. Eh encontrado algunas cosas, tal parece que sé trata de una maldición que hay en la armadura de Escorpio.
Una impuesta por la bruja de Eris, deje un momento mis pensamientos al ver a Eros sobrevolando Escorpio para seguidamente dirigirse a mí.

Eros: buenas tardes Athena - saludo amablemente.

Athena: buenas tardes Eros, ¿qué haces aquí?

Eros: estoy esparciendo mis semillas de amor por todo tú santuario cariño - Athena le sonrió.

Athena: ¿seguro que amor?, no será más bien pasión y lujuria en mis caballeros Eros... - Eros se encogió de hombros sonriendo.

Eros: bueno me atrapaste, tú más que nadie sabe que me gusta él amor apasionado y bueno... tus caballeros son la mejor opción - contesto sonriendo.

Athena: y dime ¿cómo está Afrodita?

Eros: por él momento se encuentra bien, ocupándose de sus cosas, ya sabes que estas cosas del amor no son nada fáciles.

Athena: bueno en eso tienes razón.

Eros: bueno te dejo Athena, tengo más  parejas que seguir uniendo.

Athena: muy bien ve con cuidado - fue lo que le dijo él dios sólo se despidió con una sonrisa y se fue

Continuará...