El otro yo |BINGJIU

8

Por la mañana todos fueron llevados al salón del desayuno por el bullicio producido por un montón de voces juveniles que les llamaron la atención. 

Desde el inicio de los sucesos todo el Pico QingJing se había mantenido en un silencio prudente, sin embargo, ahora las voces de los jóvenes recién llegados se extendían por cada uno de los edificios dándole algo de vida al lugar. 

—Ah, maestro Shen QingQiu, Luo Shixiong...- les habló un discípulo senior de Shen Jiu al verlo salir de su habitación. 
—Los Juniors quieren verlos, alguien les contó que hay dos Shen QingQiu y están todos alborotados. 

Shen Yuan sonrió con algo de timidez, asintiendo un par de veces antes de mirar a Bing-mei con algo de preocupación. 

La noche anterior Luo BingHe había llegado comiendo un pastelillo alegando que Shen Jiu se lo había dado. Después de eso él simplemente hizo como que nada hubiera pasado y lo trató como siempre, incluso cuando Shen Yuan intentó sacar el tema, BingHe lo evadió magistralmente. 

No sabía si le preocupaba más el hecho de que SU Luo BingHe le estuviese ocultando algo, que ese secreto haya nacido después de que visitó a Shen Jiu, o que hubiese visitado a Shen Jiu. O las tres juntas.  No quería juzgar mal a Shen Jiu, pero literalmente tenía una novela completa como referencia al tipo de persona que era y aunque estaba abierto a cualquier cosa, no podía no dudar de él. 

Al llegar a la explanada principal que estaba junto al salón donde tomaban el desayuno, vieron a un grupo de niños revoloteando por ahí, quienes al percatarse de su presencia se quedaron en silencio unos segundos mientras cuchicheaban entre ellos. Al fondo Liu QingGe asintió como dándoles alguna señal y entonces los niños volvieron a hacer ruido y se acercaron a revolotear alrededor de Shen Yuan y Luo BingHe.

Les preguntaban toda clase de cosas, y los niños parecían diferenciar muy bien que eran los "otros" especialmente cuando decían cosas como "Este maestro si sonríe" "El Rey Luo es muy amable."

"Pobres niños." Pensó Shen Yuan. "Viven en un mundo lleno de gente mala y triste."

Sha HuaLing los invitó a sentarse en unas pequeñas mesas preparadas a un lado para tomar el té por la mañana en la parte de afuera y apreciar el buen día que hacía. 

De pronto los niños dejaron de revolotear por ahí cuando uno de ellos gritó: "Allí viene."

"Dáselo tú."

"No, dáselo tú."

"Fue tu idea."

Y entre ellos comenzaron a pasar una pequeña caja de madera hasta que finalmente se le quedó a uno y con rapidez hicieron una fila ordenada y pusieron su mejor cara cuando vieron a Shen Jiu acercarse más a la explanada. 

—Parece que los delincuentes ya han vuelto de sus relajantes vacaciones en Bai Zhan. 

Los discípulos junior se quedaron en completo silencio manteniendo las miradas al frente y la espalda recta. 

—M-maestro Shen QingQiu.

Shen Jiu observó fijamente al discípulo que le habló, el mismo que sostenía la caja en sus manos. 

—Le trajimos esto, lo encontramos en una tienda de regreso y creímos que le gustaría. 

Shen Jiu cerró su abanico y se acercó al discípulo tomando la caja con una mirada juzgadora. La Observó por fuera de manera crítica y finalmente la abrió, pero no reveló lo que contenía, simplemente se le quedó mirando al interior unos segundos antes de estirar el brazo hacía un discípulo senior "Guárdalo." Le ordenó.