Extra 1

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Los besos eran apasionados entre ambos adultos, sintiendo el anhelo de tanto tiempo acumulado entre ellos, como algo que finalmente se liberaba de pesadas cadenas y se permitía tocar y sentir las pieles y apretar la carne bajo los ropajes. 

BingGe acorraló a Shen Jiu contra una pared mientras bajaba a besar su cuello y quitar la pretina de la túnica. 

Lentamente las ropas fueron cayendo una a una de ambos cuerpos mientras el calor aumentaba y los alientos se mezclaban en besos húmedos y lascivos. Permo mientras más avanzaban, Luo sentía que Shen se ponía cada vez más extraño y distante. 

-¿Está todo bien?

Cuestionó con voz dulce mientras le tomaba del rostro para darle un beso suave. 

-Yo... yo no se si estoy listo. 

Luo se sintió estúpido y recordó aquella escena del mundo onírico, un pequeño A-Jiu corriendo sin pantalones, con sangre escurriendo del interior de sus muslos. ¿Cómo pudo haberlo olvidado? Tomó a Shen y lo sentó en la cama. 

-Haré lo que me pidas, si quieres que nos detengamos, lo haremos, no quiero que te sientas presionado a hacer esto. 

Shen Jiu negó un par de veces cabizbajo. 

-Yo no tuve ninguna intención de tener a alguien a mi lado, porque siempre pensé que debía esperar a esa persona y poder entregarle todo de mi, poder entregarle... ya sabes. La primera vez, como símbolo de haberle esperado hasta ese momento de manera devota y...
-Y yo no... no puedo darte eso ahora. Yo no...

Los ojos de Shen Jiu se cristalizaron un poco y BingGe lo abrazó con fuerza comprendiendo a lo que se refería, pero es que solo había sido un niño despojado de su inocencia. La culpa jamás fue suya. 

-Pero cariño, si lo hiciste, esperaste hasta este punto de tu vida y decidiste darme lo mejor de tí. ¿Qué más puedo pedir?

Susurró quedito limpiando las lagrimas traicioneras que salían de los bonitos ojos de Shen Qingqiu.

-¿C-como me llamaste?

BingGe se acercó hasta su oreja y susurró con voz romantica: - Cariño. 

Shen Jiu sintió que sus piernas se derretían tan solo de escuchar aquello de una manera tan dulce. Jamás había sido llamado con tanta dulzura por alguien, jamás había sido tocado con tanta delicadeza y pensó entonces en que probablemente BingGe aunque rodeado de concubinas, nunca estuvo con alguien que realmente le gustara o lo satisficiera solo por el gusto de hacerlo y no por salvarse el cuello. 

Por lo que, decidido, tomó a BingGe del rostro y volvió a besarlo más intensamente, volviendo al enredo previo. Ambosl se dejaron acer en la cama y se comieron entre besos y suaves chasquidos. Shen Jiu acaricio el perfecto torso de su rey demonio, cada rincón, cada músculo, cada centímetro de él, quería conocerlo y saber que le pertenecía ahora, y a nadie más que a él. 

Lentamente las manos de Luo fueron bajando hasta llegar a los muslos de Shen Jiu y lascivamente llevó un par de dedos hasta su boca y los lamió de manera provocativa justo frente a los ojos de Shen Jiu. 

-Relájate. 

Le ordenó con una voz ronca mientras llevaba los dedos mojados en saliva hasta la entrada de Shen Qingqiu y lentamente introducía uno de ellos, robándole el aliento al señor del pico QingJing y haciendo que arqueara suavemente la espalda.  Después de algunos segundos un segundo dedo fue introducido arrancándole un suave gemido que inundó por completo los sentidos de Luo BingHe y lo llevó al borde del deseo solo para de golpe introducir un tercer dedo y es que en realidad solo quería prepararlo y relajarlo un poco porque no importaba si incluso mentía toda la manos dentro de Shen Jiu. Era muy diferente tener unos simples dedos que toda la circunferencia del rey demonio dentro de él, pero eso era algo que Shen Jiu desconocía por completo.

Después de algunos minutos de jugueteo, Shen Jiu estaba más que excitado después de ser estimulado una y otra vez en ese punto mágico que no sabía que tenía. 

Fue entonces cuando BingGe se inclinó para poder besarlo mientras acercaba su gran miembro palpitante y húmedo hasta la estrecha y virginal entrada de su amado maestro. Shen Jiu confiado y estimulado se distrajo con el suave beso que le fue provisto, sin pensar demasiado en lo que venía, llevándose una gran sorpresa cuando fue abierto de par en par por una gran extensión de carne que se abría paso entre sus entrañas y aunque el dolor era soportable, la intrusión era lo extraño. 

Gimoteó un poco aferrándose a los hombros de Luo mientras este trataba de hacerlo lo más rápido e indoloro posible, fue inevitable para el soltar un jadeo al sentirse tan apretado y humedecido allí abajo, debido al placer que eso representaba no pudo contenerse más y dio una pequeña estocada que liberó la presión en el cuerpo de Shen Qingqiu haciéndolo gemir sin pudor mientras se aferraba intensamente a su pareja. 

Los movimientos en vaivén continuaron una y otra vez hasta que ambos se hubieron acostumbrados y sus partes interiores se humedecieran lo suficiente para hacer ,os movimientos más fáciles y placenteros. 

Poco a poco se animaron a probar más poses e ir experimentando un poco con la gravedad, con la finalidad de obtener más placer y disfrutar más de su primera vez. 

Finalmente, con Luo abajo, Shen Jiu tomó la iniciativa de quedar arriba comenzando a mover sus caderas en un suave vaivén que hacía que sus piernas temblaran por tener aquella extensión de carne tan profundo en su cuerpo, golpeando una y otra vez su punto bueno, haciéndolo tocar el cielo cada vez que volvía a sentarse sobre el gran pene del rey demonio. 

Ambos llegaron al climax con movimientos suaves que explotaron en los vientes de cada uno, uno por sentir el placer de llenar a la persona que tanto anhelaba y otro por ser llenado hasta el tope por la semilla llena de amor y deseo de su pareja. 

En el fondo Shen Jiu también sentía que había roto toda la ética secular que quedaba entre BingHe y él. Un maestro y un discípulo enredándose como amantes sin ninguna gota de arrepentimiento. 

Pero ya no había vuelta atrás. 

No estaba arrepentido, ni lo estaría jamás. 

Lo amaba. 

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Nyejejejejejeje

El otro yo  |BINGJIUOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz